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Fuente:
Universidad Veracruzana
  • “El colonialismo fue la primera pandemia de la modernidad”, opinó el sociólogo portugués.
  • Impartió la charla “Desafíos del pensamiento crítico en la post-pandemia”, a invitación de la Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares Histórica.

A lo largo de la historia siempre ha habido pandemias, pero el coronavirus (Covid-19) es la primera de la globalización, es una crisis distinta a las demás, expresó el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, al impartir la ponencia “Desafíos del pensamiento crítico en la post-pandemia”. 

Durante la transmisión en vivo en YouTube del Foro “Otras voces en educación, en el que participó el pasado miércoles 10 de junio a invitación de la Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares Histórica (CEIP Histórica), el escritor, filósofo y catedrático jubilado de la Universidad de Coímbra, señaló que normalmente, en los grandes momentos de la historia de la humanidad, casi siempre surgen tres preguntas importantes: ¿de dónde venimos?, ¿dónde estamos? y ¿para dónde vamos? 

Estos cuestionamientos son particulares de todos los países y de alguna manera son normales porque el siglo XXI apenas empieza, y generalmente cada periodo inicia con un evento o acontecimiento que lo marcará para siempre. 

Por ejemplo, en Europa el impacto del colonialismo inició en el siglo XIX con la Revolución Industrial de 1830; el siglo XX, con la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa. A su juicio, el siglo XXI no inició con la crisis financiera global de 2008, sino con el coronavirus, la primera pandemia de la globalización. 

A la gripe española de 1918 le llevó dos años extenderse por todo el mundo, al coronavirus le bastaron tres meses.” 

Aunque la historia es larga y las temporalidades distintas, explicó que el coronavirus se presenta como un poder insidioso e invencible que obliga a la humanidad a ocultarse y confinarse. Es impredecible y demasiado poderoso para que podamos de un momento a otro y con nuestros instrumentos neutralizarlo. 

Al comparar la situación que hoy en día enfrentamos, De Sousa Santos se refirió a la de los pueblos indígenas del continente norteamericano inicios del siglo XVI, quienes seguramente pensaron que el poder de los colonizadores era como el de un virus; es decir, incontrolable, pues no podían luchar directamente contra ellos y su única alternativa fue esconderse y huir. 

Lo mismo ocurría con los esclavos que escaparon de sus represores que los controlaban y obligaban a vivir una especie de cuarentena. 

Ecolonialismo fue la primera pandemia de la modernidad, y no hay vacuna contra ella”, afirmó el Doctor en Sociología del Derecho por la Universidad de Yale, al lamentar que aúhaya racismo, expulsión de campesinos y de pueblos indígenas. 

En la ponencia hizo alusión a la muerte de George Floyd, ocurrida el 25 de mayo de este año, en MinneapolisMinnesota, Estados Unidos, ocasionada por cuatro policías locales. Sin embargo, algo similar también ocurre a diario en América Latina, en países como Brasil, Argentina, Chile y Colombia. 

En una segunda reflexión correspondiente a otra temporalidad llamada neoliberalismo, manifestó que ésta obliga a la sociedad a quedarse en una cuarentena ofensiva, mientras que el capitalismo la encierra en otra donde ya no hay alternativa. 

La sociedad es capitalista, colonialista y patriarcal para siempre, es la ausencia total de alternativa.” 

Tan sólo, la cuarentena de los indígenas y esclavos era defensiva, pero ésta es ofensiva porque no deja a la humanidad salir y buscar una alternativa social, subrayó. 

Es así que el coronavirus ocurre dentro de estas pandemias, y en el caso del neoliberalismo quizá pueda ayudar a pensar en una vacuna, pero no para curar el nuevo virus sino para curarnos de la idea de que no hay alternativa para el capitalismo, colonialismo y patriarcado. 

Boaventura de Sousa añadió que la actual contingencia deja ver todas las desigualdades del mundo, ya que las víctimas principales corresponden a los sectores más vulnerables, los que ya lo eran antes de la llegada del virus. 

Se pueden infectar personas de clase media o alta, pero quienes mueren, en general, pertenecen a sectores oprimidos por el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado; es decir, los trabajadores informales, desempleados, sin derechos y que no pueden hacer confinamiento. 

Las jerarquías del mundo están invertidas y hay que rehacerlas de alguna manera.”