Investigaciones diversas que buscan atender problemáticas presentes y pasadas fueron expuestas en la Mesa 4 “Educación y política en contextos indígenas y populares” del Primer Encuentro de Egresados del Doctorado en Historia y Estudios Regionales (DHER), organizado por el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIHS) de la Universidad Veracruzana (UV).
Por videoconferencia, los cuatro participantes fueron presentados y moderados por Óscar López Meraz, egresado del DHER, quien dio la palabra a Randall Kohl, académico de la Facultad de Música y egresado del doctorado en 2004 con un trabajo sobre el son jarocho, que presentó el tema “Observaciones desde una perspectiva histórico-social etnomusicológica sobre un sistema cuasi-conservatorio musical universitario”.
Su propósito, dijo, ha sido investigar la música regional y continúa realizando labores de gestión a través de la organización de cuatro ediciones del “Foro estudiantil de etnomusicología” en su Facultad.
Señaló que llegó a la conclusión de que la investigación no es muy importante en la Facultad, “porque se tiene la concepción de que sólo existe para formar a músicos instrumentales y no se ha fomentado una cultura de leer y menos de investigar, con algunas excepciones; todavía se actúa como un conservatorio”.
Por otra parte, donde ha visto éxito es a través de los foros mencionados, con un interés creciente de los estudiantes e invitó a conocer su página de Facebook, donde se tiene un registro de las actividades realizadas y añadió: “Sigo aplicando mis conocimientos y habilidades adquiridas en el doctorado”.
En seguida, Claudia Tomic Hernández Rivera, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Delegación Veracruz, presentó “La educación popular en Veracruz, un laboratorio local en el periodo posrevolucionario”.
Detalló que tres gobernadores del estado –Cándido Aguilar, Heriberto Jara y Adalberto Tejeda– tuvieron como elemento común el cumplir la promesa de los regímenes posrevolucionarios de atender el analfabetismo, que alcanzaba al 80 por ciento de la población estatal.
Las acciones realizadas por ellos tenían como objetivo extender la red escolar fuera de las ciudades, y fue la subordinación política y fiscal de los ayuntamientos lo que permitió la expansión de las escuelas rurales.
Se ha planteado que los profesores rurales fueron los iniciadores de una fuerte identidad rural que conocemos y para ello se aplicó el modelo propuesto por Enrique C. Rébsamen, “más efectivo para bajar la tasa de analfabetismo, pero alejado de la idea de formación integral de la escuela racionalista”, apuntó.
Los registros de los números de escuelas rurales y su ubicación en Veracruz evidencian un proceso de centralización, donde el Poder Ejecutivo tomó un rol preponderante y se sobrepone a otras instancias para marcar el rumbo en la consecución de sus objetivos, en este caso de los planes de trabajo de los gobernadores.
A continuación, Felipe Galán López, profesor e investigador de la Universidad Intercultural del Estado de Puebla (UIEP), expuso “Los olvidados del Instituto Nacional Indigenista (INI): ch’oles de Tabasco. Resultados de la estancia de investigación posdoctoral en El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) 2018-2019”.
Explicó que su proyecto fue una continuación de su tesis de 2016 sobre políticas indigenistas en Tabasco, para ello trabajó en el proyecto de Miguel Ángel Díaz Perera, del Departamento de Sociedad y Cultura en Ecosur.
Su labor consistió en gran parte en documentar y analizar acciones implementadas por el INI en la región donde habitan los integrantes de la cultura ch’ol. De igual forma, apoyó a los estudiantes de posgrado impartiendo cursos sobre etnografía y metodologías cualitativas en el Ecosur.
Coincidió con la visión del investigador Mario Humberto Ruz, en el sentido de que “la región de la sierra de Tabasco es una región olvidada por el indigenismo mexicano y las políticas de integración que se aplicaron en México”.
Ahora participa en la UIEP, lo que le ha permitido tener un panorama comparativo entre Tabasco y Puebla, así como sus políticas indigenistas y el enfoque educativo; no obstante, sigue existiendo poca información para trabajar y el material disponible requiere de análisis más amplios.
Para finalizar la mesa, Gualberto Díaz González, profesor e investigador de la Facultad de Sociología de la UV, presentó “Pueblos indios, caciquismo y poder. Breve historia de la sierra de Zongolica”.
Su participación recogió parte de su tesis doctoral y de la labor que realiza en la actualidad, analizando el latifundismo en la región y su contraposición con el carácter étnico y comunitario de los habitantes de la sierra que permanecen marginados porque en este lugar “la tierra no es de quien la trabaja”.
La lucha precursora iniciada con la huelga del 5 de enero de 1910 en Río Blanco marcó a la región como bastión de lucha y cuna de movimientos sociales a nivel nacional, y la sierra de Zongolica se encuentra justo al lado de dicho corredor industrial.
“Un intercambio desigual ha beneficiado a la parte baja de la sierra, así como el acaparamiento del agua y la mano de obra barata que es utilizada en los cultivos de caña y café; es una zona empobrecida y sus municipios son catalogados en situación de pobreza y pobreza extrema, con los primeros índices de marginalidad del país”, precisó.
Si bien la región ha subsistido, existe una población indígena que no está dispuesta a desplazarse ni abandonar sus costumbres; “sin embargo, falta construir la historia de la sierra de Zongolica y del arraigo étnico, comunitario y de la lucha social y obrera que existe en la región”, afirmó el académico.
Por: David Sandoval Rodríguez