Los participantes del conversatorio “La innovación en la educación superior en los tiempos del Covid-19”, plantearon la necesidad de que las instituciones de educación superior (IES) transiten hacia un modelo educativo híbrido, que conjugue lo mejor de los modelos presencial, abierto y virtual.
La charla se realizó la tarde del lunes 29 de junio en el marco de la 2ª Jornada de Innovación de la Educación Superior, y fue transmitida en la plataforma Zoom y Facebook Live.
En ella participaron Mario Miguel Ojeda Ramírez, Ricardo Mercado del Collado y Alberto Ramírez Martinell, integrantes del núcleo académico básico del Doctorado en Innovación de la Educación Superior, moderados por Juan Carlos Ortega Guerrero, coordinador del Centro de Investigación e Innovación en Educación Superior (CIIES).
Alberto Ramírez dijo que las IES tienen que empezar a actuar a nivel de los profesores pues son ellos quienes empezarán a mezclar las diferentes modalidades de educación, como lo han hecho hasta el momento vía remota debido a la emergencia sanitaria.
“Llevamos 101 días de confinamiento, los suficientes para pensar en una nueva alternativa de docencia, una forma de atender a nuestros estudiantes, creo que lo hicimos bien durante el periodo de sana distancia.”
El inicio de semestre y de actividades en la UV, a partir de septiembre, implicará nuevos protocolos de seguridad; por ejemplo, que la ocupación de los edificios y aulas no podrán ser al 100 por ciento, entonces se requerirá pensar en una nueva logística y de repensar la docencia.
“Habrá nuevos flujos sociales en todas las regiones de la UV y en sus facultades, por ello es necesario redefinir la interacción, los canales y los medios de comunicación, cómo podemos mezclarlos y diferenciarlos y utilizarlos para respetar los nuevos protocolos.”
Reiteró que están ante una nueva docencia y un nuevo modelo de educación universitaria (que es inminente); puede ser híbrido, mixto o multimodal, basado en lo más conveniente de cada una de las modalidades que ofrece la UV: presencial o escolarizada y no presencial (no escolarizada, semiescolarizada, a distancia, virtual o mixta).
“Al estar definidas estas modalidades en nuestros documentos rectores, quiere decir que podemos movernos en la multimodalidad, mezclar, hibridar nuestra docencia, sin que se vean modificaciones mayores en nuestros estatutos y leyes orgánicas.”
En tanto, Ricardo Mercado recordó que a nivel mundial 270 millones de estudiantes han dejado las aulas ante la contingencia sanitaria por el Covid-19, de ellos 27 millones viven en América Latina y 4.5 millones en México.
Ante el contexto nacional, mencionó, tuvo que implementarse una docencia de emergencia en un contexto donde hay un desconocimiento sobre la educación a distancia, que ha sido desacreditada, ha tenido un lento avance, hay una ausencia de políticas públicas y un desinterés institucional e innovación limitada en cuanto al uso del Internet y el mundo digital.
Indicó que los efectos y lecciones de esta docencia de emergencia ha sido la falta de acceso a Internet y los limitados saberes digitales de docentes y estudiantes.
Por último, Mario Miguel Ojeda dijo que es imperativo erradicar el modelo HCP (Hazlo como puedas); para atender como se debe a los estudiantes en un contexto como el que vivimos, la Universidad tiene que recuperar toda la experiencia y conocimiento institucional, a fin de tener lineamientos precisos de cómo los profesores, las academias y los programas educativos tienen que abordar este reto en la educación superior.
“Este modelo del HCP está generando un drama entre los estudiantes, académicos y directivos, que no saben hacia dónde vamos y cómo daremos los pasos.
”La Universidad tiene un potencial intelectual, una capacidad, una experiencia, un aprendizaje acumulado, que de hacerlo con estos elementos simplemente nos pone en una circunstancia de mucha incertidumbre.”
Presentó los resultados de un estudio que realizó entre los estudiantes (alrededor de 100) que tiene bajo su responsabilidad y que toman un curso en la plataforma Eminus; el test aplicado arrojó que tienen muy malos hábitos de estudio, siendo el promedio general del grupo de 7.76. Además, se encontró que el 57 por ciento de estudiantes no rebasó los 150 ingresos a la plataforma, que dejaron de atender las indicaciones, el 12 por ciento siguen esforzándose y probablemente aprueben, y el 31 por ciento siguen con el desempeño esperado.
“La mayoría no ha podido cumplir con los entregables, y cuatro de cada 10 aprobarán. Las evaluaciones se están realizando, ésta es la realidad que vemos en una intervención de innovación”, concluyó.
Por: Paola Cortés Pérez