Lugar:
Fuente:
Universidad Veracruzana

  • Aunque se tienen identificadas alrededor de tres mil, se estima que existen más de 20 mil en la galaxia. 
  • Guillermo Haro fue pionero de su estudio en México. 

 

La investigadora explicó cómo se originan las nebulosas planetarias.

 

Carlos Hugo Hermida Rosales…

Jackeline Suzett Rechy García, investigadora del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó qué son las nebulosas planetarias y cómo se originan, y habló de los primeros investigadores que se dedicaron a estudiarlas, en una conferencia virtual que se realizó el 10 de julio. 

La conferencia “Nebulosas planetarias” ocurrió en el marco de las Tardes de Ciencia organizadas por la Dirección General de Investigaciones de la Universidad Veracruzana.  

Jackeline Rechy explicó que las nebulosas planetarias son el resultado de las estrellas con una masa cuyo tamaño es entre una y ocho veces la del sol, cuando están a punto de morir. 

“El ciclo de una estrella promedio es convertirse primero en gigante roja, para después evolucionar en una nebulosa planetaria y finalmente en una enana blanca”, detalló.  

Relató que a las nebulosas planetarias se les llamó así debido a que sus primeros descubridores apreciaron la similitud de éstas con los planetas gigantes vistos a través del telescopio, y a que su vista era difusa.  

La nebulosa planetaria Dumbbell, que se encuentra ubicada en la constelación de Vulpécula, fue la primera en ser observada en el siglo XVIII por el astrónomo francés Charles Messier, autor del catálogo del mismo nombre que incluye un poco más de 100 objetos astronómicos; dentro de este escrito la nombró M27. 

Posteriormente fue bautizada con su nombre actual por el matemático y astrónomo John Frederick William Herschel, quien le llamó así debido a su parecido con una mancuerna –en inglés dumbbell. 

Compartió que aunque en la galaxia se conocen alrededor de tres mil nebulosas planetarias, se tiene estimado que existan más de 20 mil, muchas de las cuales no pueden observarse debido al polvo cósmico; su temperatura varía entre cinco y 20 mil grados Kelvin.  

Mencionó que entre las nebulosas planetarias más conocidas se encuentra la llamada Ojo de Gato, descubierta en 1786 por William Herschel, y de la que se tomó el primer espectro mediante la utilización de un prisma que dispersaba su luz.  

Comentó que la Nebulosa de la Hélice es una de las más cercanas al planeta Tierra, se encuentra a 650 años luz de distancia y la originó una estrella parecida a nuestro sol; está ubicada en la constelación de Acuario.  

La investigadora relató que el 80 por ciento de las nebulosas planetarias son asimétricas y tienen infinidad de formas que podemos ver proyectadas en el cielo; aunque explicó que realmente no conocemos su forma real, ya que todas poseen un volumen y no son objetos planos.  

Compartió que el investigador y académico de la UNAM Guillermo Haro Barraza fue pionero en el estudio de las nebulosas planetarias en México; a lo largo de su trayectoria laboró en los observatorios del Harvard College, Astrofísico Nacional de Tonantzintla (OANTON) y de Tacubaya. 

Haro Barraza fue vicepresidente de la American Astronomical Society de 1960 a 1963, y dirigió el Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México. En el OANTON fue responsable de la cámara de Schmidt, con la que realizó muchos descubrimientos como estrellas fulgurantes en la región de la constelación de Orión.