- El instructor deportivo de la UV, tocó el tema en el Primer Seminario de Educación Física en Línea.
Existe una serie de consecuencias de la obesidad infantil, como cardiopatías, resistencia a la insulina, trastornos osteomusculares, algunos tipos de cáncer, discapacidad, problemas de carácter psicológico, social y emocionales, vinculados con una pobre autoimagen.
Santiago Morales Ortiz
Luis Gerardo Cortés Sosa, instructor de la Universidad Veracruzana (UV), destacó la importancia de inculcar el ejercicio en los niños y jóvenes para evitar problemas de sobrepeso, durante su intervención en el Primer Seminario de Educación Física, Deporte y Recreación en Línea.
A través del YouTube del Consejo Interinstitucional Veracruzano de Educación, el especialista detalló esta problemática que se vive en Veracruz.
“A pesar de existir suficiente y sólida evidencia científica sobre los beneficios del ejercicio físico en estos grupos etarios, también existen falsas creencias y mitos, por lo que es importante concienciar y sensibilizar sobre su práctica o promoción en todas las esferas en las que niños y jóvenes se desenvuelven.”
Señaló que hay distintas perspectivas del ejercicio físico orientadas a la salud: prevención, ya que funge como protector para evitar el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles; bienestar, dada la evidencia de los aportes de carácter psicológico; y con un enfoque terapéutico, que representa un medio para mitigar los efectos adversos de determinadas enfermedades.
“Por ejemplo, en personas con diabetes mejora la tolerancia a la insulina; en hipertensos, regula los niveles de tensión arterial; en pacientes con cáncer sometidos a quimioterapias, reduce los síntomas de fatiga y muchos más beneficios evidenciados.”
Detalló que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud 2018, en la población categorizada como primera infancia (de cero a cuatro años) se identificó que el 22.2 por ciento presenta un riesgo de sobrepeso, siendo mayor en el contexto urbano con relación al rural.
En la segunda infancia (de cinco a 11 años) se encontró que han disminuido las estadísticas de sobrepeso, pero posiblemente porque han pasado a ser obesos. En el contexto urbano incluso es mayor el índice de obesidad (19.5 por ciento) que el de sobrepeso (18.4 por ciento).
Respecto al comportamiento en adolescentes de 12 a 19 años, se observó de manera general que el 41.4 por ciento de sobrepeso y obesidad se manifiesta en mujeres y el 35.8 por ciento en hombres.
Luis Gerardo Cortés apuntó que Veracruz es el estado con mayor porcentaje de adolescentes con obesidad (22.9 por ciento) en un rango de edad de 12 a 19 años, superando de manera considerable la media nacional que fue de 14.6 por ciento.
“Existe evidencia que de mantenerse las tendencias actuales (sin intervención) los niños con obesidad se mantendrán en esa condición toda la vida. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2025 habrá 70 millones de niños con sobrepeso.”
Destacó que existe una serie de consecuencias de la obesidad infantil, entre ellas: cardiopatías, resistencia a la insulina, trastornos osteomusculares, algunos tipos de cáncer, discapacidad, problemas de carácter psicológico, social y emocionales vinculados con una pobre autoimagen.
“Pero también hay una serie de beneficios del ejercicio físico en niños y adolescentes: desarrollo saludable del cuerpo, aumento de coordinación y control de movimientos, mejora de la memoria y la concentración, mejora de las relaciones sociales, previene el consumo de sustancias nocivas, así como una correlación en la mejora de hábitos saludables (alimentación, descanso, hidratación, sueño).”
Agregó que es una realidad que las actividades sedentarias están aumentando de forma alarmante en niños y adolescentes, por lo que recomendó hacer ejercicio en cualquier sitio pues no se requiere de instalaciones especiales.
“La fisiología del sedentarismo y del movimiento representa dos polos opuestos, la transición de una a otra implica una serie de retos considerables. Es momento de reconocer que es un problema complejo y multifactorial; los modelos de promoción de la salud y actividad física deben considerar a los profesionales de la psicología en mayor medida.”
Finalmente, sugirió realizar ejercicio a diario, con una intensidad de moderada a intensa por lo menos tres días a la semana. “Se recomiendan actividades que se disfruten como: correr, nadar, bailar, andar en bicicleta. La intensidad moderada ayudará a mejorar la condición cardiovascular”.