- El estudio publicado en la revista internacional Ciencias Marinas es el primero que registra esta enfermedad en tortugas de la entidad-
- Forma parte de un proyecto de monitoreo biológico en el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano y fue posible gracias a un convenio entre la UV y Apiver.
La investigación inició a mediados de 2016, con el propósito de registrar esta enfermedad y capturar a las tortugas para evaluar su salud.
Claudia Peralta Vázquez..
La revista internacional Ciencias Marinas publicó el pasado 26 de junio un estudio realizado por investigadores de la Universidad Veracruzana (UV), titulado “Fibropapilomatosis en tortuga verde (Chelonia mydas) de vida libre en la costa central de Veracruz, México”.
En esta investigación participaron Ibiza Martínez Serrano y Emilio Alfonso Suárez Domínguez, académicos de la Facultad de Biología; Edgar Ahmed Bello Sánchez, del Instituto de Neuroetología; Amelly Hyldaí Ramos Díaz y Yusef Elip Chamlaty Fayad, de la Maestría en Ciencias Biológicas; y Nicoletta Righini, del Centro Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara.
Complacida por este logro, Ibiza Martínez destacó la contribución del equipo de especialistas en este proyecto de monitoreo biológico en el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano (PNSAV).
Cabe resaltar que se desarrolló a partir del convenio existente entre la Administración Portuaria Integral de Veracruz (Apiver) y la máxima casa de estudios como acreditado ambiental de las obras de ampliación del puerto, y contempla varios proyectos específicos relacionados con tortugas, delfines y tiburones.
La publicación trimestral de esta revista que contiene resultados de investigaciones originales en el campo de las ciencias marinas, expone la presencia de esta enfermedad neoplásica que afecta a las tortugas marinas de los trópicos.
La académica e investigadora con Doctorado en Neuroetología, así como el grupo de colaboradores, dieron a conocer que Chelonia mydas parece ser la especie que presenta más la fibropapilomatosis en comparación con otras tortugas marinas, y además es más común en ejemplares jóvenes que adultos. Si bien estos tumores no son malignos sí pueden dificultar la supervivencia de la especie.
La prevalencia de fibropapilomatosis en las tortugas marinas ha aumentado en las últimas décadas en zonas de Brasil y Estados Unidos, pero en México se han documentado pocos casos hasta la fecha.
El estudio, considerado el primero que reporta y registra esta enfermedad para tortugas en Veracruz, inició a mediados de 2016 con el propósito de registrar su presencia en el PNSAV y capturar a las tortugas para evaluar su salud.
Las navegaciones y captura se hicieron en la formación arrecifal Cabezo, que por sus características se ha considerado apta para que las tortugas coman, se desarrollen y descansen.
Martínez Serrano señaló que casi todos los estudios sobre tortugas son de hembras anidadoras, de las que llegan a poner sus huevos en la playa, pero esta investigación se centró en aquellas que están en el mar, lo cual representó un reto para realizar las capturas, medidas morfométricas y colecta de muestras de sangre.
Algunos de los ejemplares capturados presentaron estos tumores verrugosos que les pueden brotar en distintas partes del cuerpo. Es como una reacción física a la presencia del herpesvirus Cheloniidae diversificado específicamente para las tortugas.
“Genera que estos tumores crezcan de diferente tamaño, pues encontramos uno de hasta de 30 centímetros de diámetro.”
El problema de estos abscesos es que crecen por dentro y fuera, en las aletas, ojos, caparazón, y empieza a perjudicarles su vida diaria ya que pueden perder la vista o dejar de comer porque también se les desarrolla en el esófago.
“Cuando les salen en las aletas no pueden nadar bien, lo cual las hace proclives y presas clave de los tiburones que son sus principales depredadores en el parque.”
En total, entre 2017 y 2018 fueron capturadas 41 tortugas de diversos tamaños, desde los 26 hasta los 100 centímetros de largo, y de éstas sólo cinco tenían tumores.
Con los datos registrados para saber qué porcentaje de tortugas enfermas había respecto a las muestreadas en el PNSAV, se determinó que la prevalencia es del 12.2 por ciento, que es similar a lo reportado en otras regiones del mundo donde tienen entre el 15 y 22 por ciento.
“Podemos decir que la población en general del PNSAV es saludable, pero es importante recalcar la presencia de estos organismos.”
Especialistas aún discuten la etiología del padecimiento, es decir, su origen; no obstante, algunos autores lo relacionan con los ectoparásitos (organismo que vive en el exterior de otro), con el aumento de las temperaturas del agua, contaminación y elevada exposición a la luz ultravioleta, lo cual puede inducir a mutaciones y a que su sistema inmune se deprima y se haga más débil.
La investigadora explicó que mientras son jóvenes, las tortugas verdes se alimentan de peces, crustáceos, caracoles, entre otros; y cuando son adultas sólo comen pastos marinos y se vuelven herbívoras, pero conforme crecen acumulan los contaminantes de todo lo que ingirieron en esa etapa de su vida.
“No es un cáncer, pero parece ser que cuando ellas tienen que convertir estos químicos que se comieron a través de sus presas, se forman compuestos oncogénicos que podrían estar relacionados con un tumor generado por este virus.”
Hay casos en que después de extirparles los tumores, éstos vuelven a salir; algunas tratan de sobrevivir toda su vida, pero otras no, finalmente es la reacción individual al virus.
En el estudio que ellos realizaron, además de tomarles medidas morfológicas les colocaron unas placas metálicas y un número de registro para que en caso de que enfermen, caigan varadas o mueran, se notifique a las autoridades competentes. Esto también les servirá para evaluar la evolución de los tumores en futuras recapturas.
Indicó que la tortuga verde es una de las más abundantes en la costa central de Veracruz, aunque también se tiene registro de lora, carey, caguama y, muy ocasionalmente, de laúd.
Con estos datos también se cumple con el contrato que se tiene con Apiver para entregarles estos resultados, pero al mismo tiempo cubren distintas metas. Una de ellas tiene que ver con la formación de recursos humanos, entre estudiantes de licenciatura y posgrado, y otra con dar a conocer los proyectos en congresos y reuniones.
Por otra parte, se planea que los avances impacten de forma directa en el diseño de políticas públicas, y para ello mantienen contacto continuo con autoridades ambientales, específicamente con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
“La idea es que con los resultados obtenidos se emitan recomendaciones para potenciales actualizaciones del Plan de Manejo Ambiental u otras políticas públicas.
”Estamos preparando un documento para emitir algunas recomendaciones, es la manera en que los académicos e investigadores podemos incidir verdaderamente en la conservación de especies.”
Una manera más para aterrizar dichos estudios es por medio de la educación ambiental –tanto formal o informal– con pláticas y talleres para niños y adultos, pescadores, prestadores de servicios turísticos y turistas.
La publicación puede consultarse en http://www.cienciasmarinas.com.mx/index.php/cmarinas/article/view/30.
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