La plataforma, lanzada en 2013 por el presidente chino Xi Jinping, incluye un componente de diplomacia persona a persona, que implica mantener el espíritu de cooperación amistosa de la Ruta de la Seda.
Las naciones de Asia Central han negociado con éxito su interacción con China dentro de la IFR
Carlos Hugo Hermida Rosales…
Ignacio Villagrán, director del Centro de Estudios Argentina-China de la Universidad de Buenos Aires (UBA), afirmó que la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR) rescata principios de la Ruta de la Seda, que era una red de trayectos comerciales que conectaban naciones de Asia, Europa y África.
El catedrático impartió el 11 de septiembre la conferencia virtual “La iniciativa de la Franja y la Ruta: entre el espejo del pasado y la imagen del futuro”, que formó parte del 2º Ciclo de Conferencias Aproximaciones a la Franja y la Ruta, organizado por el Centro de Estudios China-Veracruz (Cechiver), adscrito a la Dirección General de Relaciones Internacionales (DGRI) de la Universidad Veracruzana (UV), y el Consorcio Mexicano de Centros de Estudios de APEC.
El historiador mencionó que la IFR fue lanzada en septiembre de 2013 en Kazajistán por el presidente chino Xi Jinping, y comentó que comprende el cinturón económico de la Ruta de la Seda, un camino terrestre a través de Eurasia –unión de Asia y Europa–, y la Ruta de la Seda Marítima del siglo XXI como vía comercial por mar.
Este proyecto incluye componentes de construcción y renovación de infraestructura, expansión del comercio y facilitación de transacciones, así como un rubro basado en la dimensión de la diplomacia persona a persona.
La IFR se enfrenta a grandes retos, ya que mientras los proyectos de infraestructura son tangibles y cuantificables a partir de diferentes variables, los resultados de la diplomacia persona a persona son más volátiles y difíciles de visualizar.
Ignacio Villagrán comentó que la IFR está inspirada en la Ruta de la Seda, entramado de caminos que se extendían por todo el continente asiático y más allá de sus fronteras, a través de los cuales se comerciaban sedas, artesanías, obras de arte, plantas y animales.
Detalló que en estos trayectos comerciales que florecieron a partir del siglo I a.C. participaban actores estatales y comerciantes privados, que se ocupaban de trasladar los productos de un punto a otro de la Ruta de la Seda, ya que fueron muy pocos los que la atravesaron en su totalidad.
Ignacio Villagrán, director del Centro de Estudios Argentina-China de la Universidad de Buenos Aires.
Ignacio Villagrán, director del Centro de Estudios Argentina-China de la Universidad de Buenos Aires
Esta ruta no sólo sirvió para comerciar productos, ya que también dio a conocer la cultura y tradiciones chinas en occidente, mientras que los emisarios provenientes de este lado del mundo traían a su vez sus costumbres y elementos culturales al este, con lo que se enriqueció la vida de la población.
Citó al historiador James Millward, quien afirma que “el término Ruta de la Seda representa el intercambio de objetos e ideas, tanto intencionado como accidental, que tuvo lugar a través del comercio, la diplomacia, las conquistas, las migraciones y las peregrinaciones que intensificaron la integración del continente Afro-Euroasiático desde el neolítico hasta la edad moderna”.
Ignacio Villagrán señaló que si bien dentro de la IFR las repúblicas de Asia Central son consideradas actores pasivos sobre los que se impone un proyecto y rara vez se tiene en cuenta sus propias lógicas políticas internas o exteriores, estas naciones han logrado negociar con relativo éxito las condiciones de interacción con China.
“Por su posición estratégica y su extensión territorial, Kazajistán propone convertirse en puente entre Asia y Europa”, ejemplificó.
Enfatizó que la diplomacia persona a persona de la IFR implica mantener el espíritu de cooperación amistosa de la Ruta de la Seda, a través de la promoción de intercambios académicos y culturales extensivos, con el propósito de ganar el favor del público general para profundizar lazos bilaterales y multilaterales.
La IFR no es una suma de proyectos individuales centrados alrededor de la idea de conectar China con el resto del mundo a través de infraestructura marítima y continental: “Este proyecto es un metadiscurso sobre la Ruta de la Seda y una nueva manifestación del poder blando de China, y de su ascenso pacífico y multilateral”, puntualizó.
El viernes 18 de septiembre a las 17:00 horas se presentará el libro Aproximaciones a la Franja y la Ruta, evento que contará con la participación de Aníbal Zottele Allende y Mario Alberto Santiago Mendoza, del Cechiver; Esteban Zottele de Vega, representante de la UV en China, e Ignacio Villagrán. La liga de acceso es https://uveracruzana.zoom.us/j/91300748002.
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