- La producción audiovisual fue presentada en ExpoSustenta 2020.
Karina de la Paz Reyes Díaz..
La ExpoSustenta 2020 “Feria universitaria de sustentabilidad”, fue el escenario para el estreno del documental Nauhcampatepetl –nombre prehispánico del volcán Cofre de Perote–, producido por el Taller de Sociología Audiovisual de la Facultad de Sociología de la Universidad Veracruzana (UV), y cuyo director es el académico Gualberto Díaz González.
En la ExpoSustenta, cuya temática es el “Año de la Tierra”, evento organizado por la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (CoSustenta) y la Red Universitaria para la Sustentabilidad de la UV, se dieron cita Gualberto Díaz y como comentaristas Luisa Paré Ouellet y Ana Allen Amezcua, investigadora jubilada del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México y subdirectora de Recursos Naturales y Cambio Climático del Ayuntamiento de Xalapa, respectivamente.
La actividad se desarrolló a través de la plataforma YouTube el 22 de septiembre y fue moderada por la académica de la Facultad de Sociología, María de los Ángeles Muñoz.
“El vapor que se levanta del Golfo de México forma las nubes que chocan con la montaña Nauhcampatepetl (Señor de los cuatro lados o Cofre de Perote), y se convierten en veneros de la cuenca La Antigua, que atraviesa valles y montañas para descargar en las costas de Veracruz.
“Esta cuenca beneficia a un millón de habitantes de Perote, Xalapa, Coatepec, Xico, Teocelo, Banderilla, pero la deforestación, la contaminación y los megaproyectos son las principales amenazas que hoy enfrenta el agua que baja de la montaña”, se lee en el documental.
Nauhcampatepetl recibió apoyo del Ayuntamiento de Xalapa, de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Xalapa y de la casa productora Sotavento Films. En él “se muestra la región del Cofre de Perote y su ciclo del agua, cuya característica es que prescinde de palabras, como discurso principal”, explicó Díaz González.
El académico también enfatizó la importancia del uso de medios audiovisuales para sensibilizar sobre problemáticas sociales. En este caso, la intención es contribuir a la cultura del cuidado del agua y la importancia que ésta tiene en la sociedad.
Asimismo, adelantó que Nauhcampatepetl, cuyas imágenes fueron registradas por cuatro generaciones de estudiantes de la Facultad de Sociología, fue aceptado para participar en la 35 edición del Festival de Cine Latinoamericano de Trieste, Italia.
Por su parte, Luisa Paré narró que siendo asesora en el Ayuntamiento de Xalapa recibió un oficio “muy formal” de la Coordinación de Atención Ciudadana, en el que se solicitaba apoyo para la postproducción del documental.
“Desde el primer momento, en la primera versión, lo que me encantó fue justamente este viaje desde arriba, de la montaña hacia el mar; sin el guión hablado que suelen tener los documentales, sino la música y el silencio. Me asaltaron toda clase de emociones e ideas de sacar yo misma mi propio guión.”
Para ella, hay muchas maneras de ver el documental y entender lo que ahí se presenta. Es más, lo describió como un “poema visual” que da la idea de lo que es una cuenca hidrológica, incluso se toma la licencia de ser “juguetón”.
Citó la pertinencia de introducir el concepto de agua como un servicio para la población, mismo que depende de lo que pase en la montaña y los cuidados que ésta reciba. Asimismo, subrayó la importancia de que se exhiban las luchas contra los llamados megaproyectos y la realidad que se vive como sociedad.
Por su parte, Ana Allen dijo que en ese andar del agua de la montaña al mar y de regreso se refleja la biodiversidad, el paso que tiene por las ciudades y el uso que ahí se le da por los habitantes y actividades económicas, agrícolas, industriales, entre otras.
“El agua es el eje transversal en esto, pero hay muchos usos que no reflexionamos en nuestro día a día.”
La funcionaria municipal citó que según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en 1980 Xalapa tenía una superficie de 917 hectáreas ocupadas y para 2010 era de siete mil 977, lo que evidencia el crecimiento de la mancha urbana en tres décadas. “Crece la población, no obstante el agua es un recurso finito, escaso y un derecho humano”.
En ese sentido, enfatizó: “Es cierto que el agua es un derecho humano, pero si no la cuidamos y protegemos –no sólo dentro de nuestra ciudad, sino desde antes y después de su paso por aquí– vamos a tener un derecho cada vez más escaso y de mala calidad.
”No podemos culpar exclusivamente a las autoridades de un manejo deficiente, nosotros como usuarios y habitantes de estas cuencas y ciudades tenemos que hacer una reflexión.”