- Por el proyecto “Sistema portátil para la obtención de imágenes cerebrales y espinales por transiluminación inalámbrica”, en el que participan investigadores adscritos a Microna.
- Es la primera patente en co-titularidad con otras IES nacionales que se otorga para la UV .
Aracely Hernández y Blanca González..
– El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) entregó a la Universidad Veracruzana (UV) su séptima patente por el desarrollo del proyecto “Sistema portátil para la obtención de imágenes cerebrales y espinales por transiluminación inalámbrica”, en el que participaron Jaime Martínez Castillo y Agustín Leobardo Herrera May, investigadores del Centro de Investigación en Micro y Nanotecnología (Microna) de esta casa de estudios.
En entrevista, los investigadores explicaron que la invención consiste en obtener imágenes funcionales cerebrales y espinales con un arreglo de fotodiodos portátil y con transiluminación inalámbrica en animales en libre movimiento.
Detallaron que el invento podrá usarse para monitorear imágenes funcionales de actividad neuronal en el cerebro, en una primera etapa para animales y, posteriormente, para humanos.
La novedad y principal diferencia con otras técnicas ya empleadas en el mercado es la obtención de imágenes cerebrales funcionales por transiluminación en sujetos en libre movimiento, algo sin precedentes e imposible hasta el momento con otras técnicas de imágenes disponibles, como la resonancia magnética funcional u otras técnicas ópticas.
Explicaron que el dispositivo consta de un conjunto de LED (Light Emitting Diodes) rojos de 605-690 nm y LED cercanos al infrarrojo de 830 nm de longitud de onda, que se colocan en zonas precisas y que permiten la transiluminación de diferentes regiones del cerebro o médula espinal.
El diseño final de estos LED será de tipo radial esférico, con la finalidad de que la emisión de luz pueda ser emitida de manera homogénea dentro de los ventrículos laterales, independientemente de que el animal se mueva. El aparato también tiene un arreglo bidimensional de fotodiodos, colocados sobre la superficie de la corteza cerebral debajo de la duramadre.
En la primera etapa, se planea que los fotodiodos sean de tamaño comercial y se montarán en forma de arreglo o matriz sobre un sujetador plano. En la segunda etapa, los fotodiodos serán de tipo CMOS (semiconductor complementario de óxido metálico), tamaño micrométrico y se montarán sobre una oblea de grosor micrométrico y flexible, la cual se diseñará con materiales inorgánicos u orgánicos en Microna.
Ambos tipos de arreglos de fotodiodos se acoplarán a antenas para enviar la señal inalámbrica a un sistema de monitoreo y almacenamiento de las señales ópticas detectadas en respuesta a la luz pulsada de los LED y a la señal BOLD (imagen de contraste dependiente del nivel de oxígeno en la sangre).
Cabe mencionar que Pedro Mabil Espinosa, egresado de Maestría en Ciencias en Micro y Nanosistemas, diseñó el método de activación inalámbrica, como el empleado en los LED que se encuentran en el mercado, pero aplicado a estos LED encapsulados.
Entre los beneficios de este dispositivo en un futuro, es que puede ser empleado por investigadores en el área de las neurociencias para estudiar imágenes funcionales cerebrales en sujetos en libre movimiento, con posibles aplicaciones en la terapéutica médica y en el diagnóstico de enfermedades del sistema nervioso central.
Los universitarios destacaron que su invento cubre la necesidad del mercado de un dispositivo que permite realizar estudios del comportamiento y de sus mecanismos fisiológicos en animales o en humanos en libre movimiento, que puede localizar con precisión las zonas del cerebro en que ocurre la activación neuronal asociada a alguna patología o a condiciones funcionales, con el fin de desarrollar estrategias para corregir dicha patología.
Resaltaron que esta patente es en co-titularidad con otras instituciones de educación superior: Instituto de Fisiología de la Benemérita Universidad Autónomo de Puebla (BUAP), Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Mencionaron que el siguiente será la publicación de los resultados en revistas indizadas, además de seguir trabajando en al menos dos patentes más.
Proceso de registro
Respecto al proceso de registro ante el IMPI, explicaron que la BUAP ingresó y por parte de la UV se hizo a través de la Coordinación Regional de Vinculación, a cargo de Mario Peña Meza, y de la Oficina Enlace en la región Veracruz de Transferencia de Tecnología de la Dirección General de Vinculación, representada por Arely González Hernández.
Comentaron que el inicio del proceso de registro se realizó en febrero de 2017 y para agosto de este año les dieron la noticia del otorgamiento de la patente.
Martínez Castillo dijo sentirse muy contento y satisfecho “por alcanzar el objetivo y obtener el registro de una patente que emerge del Microna, basada en proyectos académicos y de investigación para aplicaciones fisiológicas (biomédicas)”.
Sobre la experiencia que les deja este proceso, apuntó que fue una etapa bastantemente cansada, tediosa y agotadora en trámites de formas y administrativos, “todo estos pasos y seguimiento, sin el apoyo de la Coordinación Regional de Vinculación, no hubiesen sido posibles”.
Exhortó a sus compañeros académicos e investigadores a registrar sus patentes, diseños industriales o desarrollos tecnológicos producto de sus investigaciones. “Aunque es un proceso prolongado, la investigación será aún más valiosa y derivado de ello tendrán y ganarán más beneficios y productos académicos que serán útiles en los programas institucionales como perfil Prodep, cuerpos académicos, programas de posgrado PNPC y el Sistema Nacional de Investigadores; con todo lo anterior aumentamos los niveles de consolidación de nuestra alma mater”, finalizó Martínez Castillo.
Por su parte, Leobardo Herrera manifestó que “ha sido un gran honor colaborar con el grupo de investigación de Elías Manjarrez López desde los proyectos de Conacyt y Prodep, de los cuales se han obtenido varios artículos de investigación en revistas internacionales indizadas en el Journal Citation Reports; mi agradecimiento a Manjarrez López y a todos los compañeros que han permitido este importante producto de investigación”.
A sus compañeros académicos les dijo que tienen un enorme talento y capacidad de investigación, que sigan adelante con sus proyectos con disciplina y mucha pasión; “en la investigación es fundamental no perder la pasión y nunca rendirse a pesar de los obstáculos que enfrenten”, dijo el inventor.
En el desarrollo de esta patente también participaron los investigadores, Elías Manjarrez, Roberto Meza Andrade, Nayeli Huidobro González, Pedro Mabil, Héctor E. López Valdés, Mónica López Hidalgo, José Gerardo Rojas Piloni, Sarael Alcauter Solórzano, José Fernando Peña Ortega. Los investigadores están adscritos a instituciones como Instituto de Fisiología de la BUAP, División de Investigación de la Facultad de Medicina y el Instituto de Neurobiología de la UNAM, Clínica del Sistema Nervioso de la Facultad de Medicina de la UAQ y Microna de la UV.
Además de estudiantes pasantes del grado de la Maestría en Ciencias en Micro y Nanosistemas.
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