- Expertos en atención a desastres participaron en evento organizado por la Facultad de Psicología de la UV. .
- La emergencia sanitaria está mostrando que la desigualdad en el acceso a la tecnología sigue existiendo, apuntó Óscar Santini, de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
David Sandoval Rodríguez..
La emergencia sanitaria provocada por la pandemia de la enfermedad de Covid–19 requerirá la atención de grupos multidisciplinares y de la inclusión de una materia transversal en las universidades, similar a la perspectiva de género, señalaron especialistas que participaron en la videoconferencia “Riesgos a la salud mental en situaciones de desastres”.
El evento fue organizado por la Unidad de Intervención Psicosocial (Unipso) de la Facultad de Psicología de la Universidad Veracruzana (UV), en coordinación con la Red Mexicana de Psicología en Emergencias y Desastres.
“Estamos en una pandemia donde nuestras emociones y reacciones fisiológicas para mantenernos a salvo están aumentando y disminuyendo”, puntualizó Julia Claudia Velázquez Cardoso, presidenta y fundadora de la Sociedad en Psicoterapia, Neuropsicología y Servicio Social, A.C., quien forma parte del Programa de Atención Psicológica en Desastres (Apside).
La psicóloga explicó que los desastres y emergencias provocan diferentes reacciones, en lo individual y colectivo, “tenemos diferentes etapas en el desarrollo de la sintomatología, la forma en la que reaccionamos cuando sabemos que hay una amenaza latente que puede dañar nuestra integridad, luego pasamos a una alerta, después al impacto del evento que va aumentando el nivel emocional”, detalló.
Existe una fase en donde se puede observar que cuando ya pasó el peligro inminente hay una suerte de esperanza y alegría para, posteriormente, pasar a una etapa de decepción porque no todas nuestras necesidades y no todas las personas son atendidas.
“Estamos viendo que ante la pandemia no hay una recuperación tal cual; vamos a cumplir un año desde que se lanzó la alerta”, enfatizó.
Cuando el impacto no termina y es constante, “entramos en un juego de desilusión, luego de aparente recuperación, para regresar a la decepción que se alarga en el tiempo”, explicó; “el estrés es crónico, las estrategias utilizadas se agotan y podemos creer que nos va a costar más trabajo la recuperación”.
A continuación participó Oscar Santini, de la Facultad de Psicología y Escuela de Salud Pública de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Argentina, integrante de la Red Latinoamericana de Emergencias y Desastres.
El académico dijo que la pandemia “nos está interpelando a distintas disciplinas a repensar el estudiar y profundizar en el conocimiento de lo que es una emergencia extraordinaria e incluirlo en el currículo de todas las facultades, porque justamente ahora se necesita dar respuestas de excelencia”.
Es fundamental articular a la universidad y la formación académica con autoridades municipales y provinciales, y en general con la realidad de las comunidades ante eventos críticos.
“Promovemos que las universidades articulen en todas sus facultades una materia transversal como la perspectiva de género, para capacitar en las posibilidades de respuesta con elementos teóricos para atender a la comunidad, respetando los recursos del propio damnificado para no dejarlo en categoría de víctima porque implica asumir sus propios derechos”, describió el ponente.
“El año entrante las universidades tendremos que resolver el problema de lo presencial versus lo virtual y cómo gestionar una buena combinación de estas dos formas”, agregó al recalcar que la pandemia está mostrando la desigualdad en acceso a la tecnología y es un problema serio que está generando tensión en los docentes y en los alumnos para estar a la altura de la situación.