- “La literatura científica hay que disfrutarla, gozarla”, aconseja el docente José Manuel Posada de la Concha.
- Continúan las actividades de la FILU Virtual 2021.
José Luis Couttolenc Soto..
Dentro de las actividades de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) Virtual 2021, el catedrático de la Facultad de Física de la Universidad Veracruzana (UV), José Manuel Posada de la Concha, ofreció la charla “Entre el arte y la ciencia: literatura científica” y mencionó que la divulgación de la ciencia “buena y de calidad” tiende a ser literatura que amalgama arte y ciencia con un lenguaje accesible para la mayoría de las personas.
En la plática, que tuvo lugar el jueves 11 de febrero, el ganador del Concurso Nacional de Periodismo y Divulgación Científica convocado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en 2010, expuso algunos puntos que caracterizan la divulgación de la ciencia de calidad, la cual debe ser literatura con un lenguaje accesible para todos. “Desde que empezó a popularizarse este tipo de literatura se pueden encontrar ya muchos ejemplos de ella, porque la literatura científica hay que disfrutarla, gozarla”.
Lamentó que esté disminuyendo el hábito de la lectura y aseveró que existen varios productos de divulgación que propician que en ocasiones se haga una mala lectura de los trabajos, particularmente cuando los autores son profesores y escriben un artículo como si fuera un libro de texto, y aunque éste sea publicado por un medio de gran circulación no tendrá mucho éxito pues no está dirigido a todo público lector, ya que se manejan términos especializados que sólo sus pares y alumnos pueden entender.
Al autodenominarse como un asiduo lector, el académico recomendó algunos libros que reúnen las características para la divulgación de la buena ciencia, entre ellos: Qué te importa lo que piensen los demás, de Richard P. Feynman, que contiene la transcripción de conversaciones y anécdotas del físico con Ralph Leighton; Hasta donde alcanza el ojo, de Isaac Asimov, que recoge los más completos y rigurosos ensayos que escribió acerca de la química.
La memoria secreta de las hojas, de Hope Jahren, bióloga que hace su debut como una mujer consagrada a la ciencia; El pulgar del panda, de Stephen Jay Gould, paleontólogo y biólogo evolutivo; Sabias, de Adela Muñoz Páez, que rescata la historia de algunas de las mujeres que han hecho contribuciones relevantes a la ciencia; Marie Curie, en el que Adela Muñoz Páez aborda la biografía y la historia oculta de la madre de la física moderna.
De Timothy Peake, Por qué el espacio huele a parrillada, en donde el astronauta relata sus vivencias de seis meses en la estación espacial internacional, sus tres mil órbitas terrestres, y reúne las preguntas, curiosidades y experiencias que sólo un astronauta pueda responder; Mentes maravillosas: los matemáticos que cambiaron al mundo, de Ian Stewart; Auge y caída de los dinosaurios: la nueva historia de un mundo perdido, de Stephen L. Brusatte, y El hombre de Neandertal, de Svante Pääbo.