• “Observadores chinos crearon la recopilación más antigua de eventos astronómicos como explosión de supernovas, eclipses y paso de cometas” .

“El conocimiento brinda poder, y que los países que hoy en día cuentan con él, es debido a que cultivaron la ciencia durante mucho tiempo”.

Carlos Hugo Hermida Rosales.. 

 Jesús Galindo Trejo, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirmó que la civilización china desarrolló la astronomía de tal manera que dejó un legado importante para culturas posteriores. 

“Los observadores chinos crearon la recopilación más antigua de eventos astronómicos, como la explosión de supernovas, eclipses y paso de cometas”, aseguró. 

Galindo Trejo participó el 10 de marzo en la Mesa 3 “Tecnología ancestral perenne: grandes inventos” del Foro Académico “Saberes ancestrales. Realidades virtuales”, que se realizó dentro de la 1era Feria Internacional del Libro Universitario Virtual (FILU Virtual). 

El evento también contó con la presencia de Eugenio Lee Koy y Omar López Cruz, investigadores de la UNAM y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), respectivamente; la moderación fue realizada por José Manuel Posada de la Concha, catedrático de la Facultad de Física de la Universidad Veracruzana.  

Jesús Galindo mencionó que en el mundo antiguo la alta cultura sólo floreció en algunos puntos y que uno de ellos fue China, cuya civilización jamás fue conquistada, a diferencia de otras como las que se desarrollaron en Mesoamérica.  

“China es la cultura viva más antigua de la humanidad”, enfatizó. 

El investigador aseguró que el conocimiento brinda poder, y que los países que hoy en día cuentan con él, es debido a que cultivaron la ciencia durante mucho tiempo. 

Comentó que en el marco de los grandes avances que la civilización china ha desarrollado desde hace milenios, es interesante reflexionar sobre la posibilidad de que algo de su conocimiento haya llegado a América en el pasado a través del estrecho de Bering.  

Explicó que por el momento no se tiene la posibilidad de analizar si las pirámides chinas tienen una orientación similar a las mesoamericanas, pero enunció que los antiguos registros chinos de eventos astronómicos sirven de guía para identificar aquellos que ocurrieron en Mesoamérica.  

Eugenio Lee relató que según el calendario tradicional chino, este año corresponde al 4719 y está representado por el buey –la cifra proviene del inicio del reinado de Huangdi, en 2698 a.C. de acuerdo con el calendario occidental. 

Explicó que el calendario chino cuenta con 12 animales asociados a igual número de años consecutivos y son: serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro, cerdo, rata, buey, tigre, conejo y dragón. Detalló que estos animales también se encuentran asociados a 12 pares de horas de cada día, que comienzan a contarse a las 11 de la noche. 

Enunció que en la cultura china cada año tiene su nombre propio, así como las lunas, que se encuentran asociadas a elementos de la naturaleza. 

La luna es tan significativa para la cultura china, que el día 1 del primer mes lunar es el que marca el inicio del año nuevo chino, festividad más importante en este país asiático.  

Omar López comentó que el primer contacto entre los pensamientos chinos y occidental ocurrió a través de la antigua ruta de la seda, que conectó a China con toda Asia, Europa y la parte norte de África.  

Afirmó que esta comunicación fue enriquecedora en ambas direcciones y que el día de hoy pueden encontrarse vestigios claros de este intercambio cultural. 

Mencionó que el espagueti italiano popularizado en todo el mundo es tan sólo una adaptación de los fideos chinos, que ya eran consumidos muchos siglos antes.  

Declaró que la llegada de Cristóbal Colón a América extendió el pensamiento chino más allá de los países que abarcaba la ruta de la seda, y que un ejemplo de ello es la talavera poblana en México, que es una variante de la porcelana china.