- En torno a ello disertó María Teresa Leal Ascencio, en las Olimpiadas Universitarias de la FCQ.
- La emergencia sanitaria ha obstaculizado, aunque no detenido, los estudios e investigaciones pertinentes, señaó la académica.
Jorge Vázquez Pacheco..
En las Olimpiadas Universitarias de las Facultades de Ciencias Químicas de la Universidad Veracruzana (UV), María Teresa Leal Ascencio, académica de la Facultad de Ciencias Químicas de esta casa de estudios en la región Xalapa, ofreció la conferencia “Remediación de cuerpos de agua” el mediodía de este, vía plataforma Facebook.
El trabajo de la docente apunta hacia control de emisiones a la atmósfera, biorremediación, contaminación atmosférica, química ambiental y diagnóstico del agua. Su exposición giró en torno de una problemática que debe ser preocupante para todos: la contaminación del agua y la búsqueda de un saneamiento eficaz.
No hay duda de que el medio ambiente es el tema de mayor consideración a nivel mundial, de ahí deriva la preocupación por el desarrollo de nuevas estrategias de control, prevención y mitigación de elementos contaminantes. En el mismo contexto y al tratarse del agua, lo relacionado con la catálisis se encamina invariablemente hacia la generación de procesos más eficientes y sostenibles, comentó Leal Ascencio.
Todo ello se correlaciona con la producción de energía y la petroquímica, abonos y agroquímicos, tratamiento de residuos y contaminantes, polímeros, detergentes y fármacos, entre muchos otros.
La académica explicó que la catálisis es el fenómeno en el cual la velocidad de una reacción química puede ser modificada por la presencia de un material denominado “catalizador”. En este sentido, incrementa la velocidad con la que la sustancia alcanza su equilibrio sin consumirse en esta reacción y únicamente modifica la cinética de reacciones termodinámicamente posibles.
Existe una enorme variedad de sustancias difícilmente biodegradables y poco solubles en el agua, como los clorofenoles empleados para generar pesticidas e insecticidas, los procesos propios de industria papelera y la producción de plásticos. Así, los sistemas alterados por agentes externos y desviados de la situación de equilibrio, se ven obligados a modificar su comportamiento para minimizar la tensión a que son sometidos.
Por cierto, los clorofenoles son neurotóxicos, afectan los sistemas neurológico, nervioso y reproductivo y son precursores de cáncer en el ser humano.
Consideró también la nocividad de los compuestos orgánicos volátiles (COV) liberados por la quema de combustibles como madera, gasolina, carbón o gas natural, antes de pasar a la valorización del dióxido de carbono como uno de los elementos más importantes en la generación del efecto invernadero.
Al referirse a los objetivos de la investigación que se lleva a cabo al interior de la UV, uno de ellos es la generación de catalizadores activos y selectivos en la reacción de la degradación fotocatalítica del fenol y 4-clorofenol, combustión de n–hexano y metanación del CO2. Subrayó que “es necesario generar conocimiento, apoyar la formación de recursos humanos y propiciar la consolidación de grupos de investigación y cuerpos académicos”.
Detalló algunos procedimientos bastante complejos para quienes poco nos relacionamos con los procesos químicos inherentes. Por cierto, remarcó que, pese a que los efectos de la pandemia han obstaculizado muchos de los estudios que ella y sus colaboradores llevan a efecto, no cejan en su empeño en la búsqueda de soluciones a la mano, como la degradación catalítica de fenol asistida por luz solar, la funcionalización de soportes y la combustión de n-hexano. Y que no son pocos los directamente involucrados en esta tarea.