- En este libro Gabriel García Márquez jugó sus cartas finales como periodista y convirtió una investigación minuciosa en una novela sin ficción.
Carlos Hugo Hermida Rosales..
En la última sesión del curso “Gabriel García Márquez: de la crónica a la ficción”, el escritor Juan Villoro aseguró que con el libro Noticia de un secuestro, Gabriel García Márquez realizó algo que lo había ilusionado por mucho tiempo: escribir una obra concebida desde el inicio como un reportaje apasionante.
Villoro, ganador del Premio Herralde en 2004 por la novela El Testigo, impartió el 28 de abril organizado por la Universidad Veracruzana (UV), la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y la Fundación para las Letras Mexicanas (f,l,m.), con apoyo de la Fundación “Gabo”.
“El escritor decidió concentrarse durante tres largos años a la investigación minuciosa de un caso periodístico para convertirlo en una novela sin ficción”, aseguró.
Noticia de un secuestro está basado en la historia real de la privación de la libertad de periodistas colombianos en la década de 1990, por la organización criminal llamada “Los extraditables”, conformada por capos de la droga.
A los 79 años, con la pasión de reportero que nunca lo abandonó, García Márquez se dedicó a indagar un caso periodístico que ocurrió en un momento crucial y desgastante en la historia de Colombia, destacó Villoro.
El escritor narra la vida de 10 secuestrados en una historia colectiva difícil de indagar, ya que para ello tuvo que realizar múltiples entrevistas y mantener el hilo del discurso sin pulverizar la trama.
“La novela se encuentra estructurada a partir de un juego de espejos, con capítulos pares e impares en los que se lee tanto lo que ocurre dentro como lo sucede fuera del secuestro”, puntualizó.
García Márquez realizó un retrato de grupo, en el que detrás de los personajes principales, los secundarios se confunden con el paisaje y los acontecimientos.
Mantener el equilibrio dentro de la trama fue una labor compleja que el escritor superó con maestría, al describir detalles como el traslado entre casas de seguridad y el relevo de los vigilantes.
Juan Villoro señaló que García Márquez dio rienda suelta a una de sus grandes pasiones: la cercanía con el poder, ya que el escritor colombiano contó entre sus amigos a mandatarios de alto nivel, como Fidel Castro y Carlos Salinas de Gortari.
“Uno de sus más grandes deseos fue estudiar el poder y servir en negociaciones donde pudiera tener el papel estratégico de enlace”, aseveró.