- “A través de sus escritos hizo la exigencia de dar cuenta de la riqueza de la lengua”: Liliana Weinberg.
- “Dejó en sus textos llamados de atención, así como profecías y avisos de catástrofes”: Georgina García-
Carlos Hugo Hermida Rosales..
Escritores, académicos e investigadores analizaron el 19 de mayo la personalidad y cualidades de Carlos Fuentes, dentro de la Mesa III “Tiempo cultural” de la VIII edición de Cátedra Interamericana “Carlos Fuentes” “Tiempo mexicano: 50 años después”, realizada por la Universidad Veracruzana.
El evento contó con la participación de Liliana Weinberg Marchevsky, ensayista y crítica literaria; Hernán Lara Zavala, novelista y docente de la UNAM; Georgina García Gutiérrez, del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM; y Julio Ortega, académico de la Universidad Brown de Rhode Island en Estados Unidos.
La coordinación fue realizada por Alexandra Saavedra Galindo, coordinadora de la Cátedra “Carlos Fuentes” de la UNAM.
Hernán Lara planteó que Carlos Fuentes fue un fenómeno literario no sólo de México, sino universal, cuya carrera fue muy clara desde sus inicios.
Aseguró que este escritor combinaba una férrea voluntad con un enorme talento, vida cosmopolita, grande disciplina e imaginación y una capacidad de trabajo extraordinaria.
“Todas estas cualidades las cultivó a lo largo de toda su prolífica, importante y versátil carrera”, enfatizó.
El catedrático destacó que a Fuentes nunca la interesó ser un líder cultural en México, y lo citó al mencionar que “la literatura fue su verdadera amante, ya que todo lo demás como sexo, política, religión y muerte pasaba por la experiencia literaria, que era el filtro de todas las otras áreas de su vida”.
Liliana Weinberg afirmó que Carlos Fuentes fue un enamorado del lenguaje, protagonista de sus obras que contienen una gran riqueza de registros, referencias y voces, además de innumerables tiempos e inagotables México.
“A través de sus escritos hizo la exigencia de dar cuenta de la riqueza de la lengua y de las posibilidades creativas del lenguaje”, enfatizó.
La ensayista comentó que para el escritor el lenguaje era una caja de herramientas que le servía para indagar la realidad, rehacerla de manera imaginativa y recrearla, y que a su vez le era útil para nombrar la vida propia, y la de la sociedad y la cultura.
Georgina García mencionó que Carlos Fuentes logró que algunas de sus obras se adelantaran al tiempo de su publicación, debido a los temas pertinentes y problemas que trataba dentro de ellas, y al tratamiento que les daba.
Declaró que su obra en conjunto es una crítica de la historia, fundamentada en el registro y análisis de varios presentes.
“Fuentes dejó en sus textos llamados de atención, así como profecías y avisos de catástrofes”, enunció.
Julio Ortega resaltó que a lo largo de su trayectoria Carlos Fuentes se preocupó ampliamente por el lugar de la mujer en la narración, por lo que se le puede considerar un gran novelista de historias femeninas.
Agregó que al autor de obras como Aura y Terra Nostra acostumbraba a tener un diálogo creativo con los jóvenes, además de impulsar a los nuevos talentos de las letras.