Alrededor de un millón de migrantes mexicanos en Estados Unidos perdieron su trabajo entre marzo y abril de 2020. Sin embargo, las remesas que continuaron enviando a sus familiares o amigos en México ayudaron a que los efectos de la pandemia fueran menores, según el medio Zenger News.
Se estima que uno de cada cuatro mexicanos migrantes con empleo en 2019 ya no lo tenía un año después, según un estudio del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA). Sin embargo, esto no afectó las remesas que siguieron enviando, sino lo contrario.
Aunque hubo una disminución de 2.6% en abril, las cantidades comenzaron a aumentar en mayo. De acuerdo con un reporte de BBVA Research, para finales de año, las remesas totales alanzaron la cifra de 40 mil 607 millones de dólares, un aumento de 11.4% con respecto al año anterior.
Este dinero enviado por los migrantes mexicanos alcanzó un nivel histórico que continúa aumentando e impidió que los efectos de la crisis fueran mayores en México, según un estudio de Banxico.
GRAN AYUDA PARA MÉXICO
En el segundo trimestre del año pasado, se perdieron alrededor de 10.3 millones de trabajos en el país. Se estima que, hoy en día, unos 2.4 millones de mexicanos no tienen trabajo aún.
Sin embargo, México se vio afectado de manera positiva por la rápida recuperación que se dio en Estados Unidos y por los estímulos fiscales que recibieron los habitantes del país.
«Otras fuentes de ingresos de los hogares [de México] se cayeron, y como lo que trata de hacer el migrante es compensar, [para] mantener cierto nivel de vida del hogar receptor, hace mayor esfuerzo por mandar [dinero]», explica Jesús Cervantes, gerente de Estadísticas Económicas del CEMLA.
Según el censo de población 2020, aproximadamente el 5% de los hogares en el país reciben recursos de alguien en el extranjero, ya sea un amigo o un familiar. Se estima estas remesas son el principal ingreso del 60% de estos hogares.
¿CÓMO USAN LOS MEXICANOS LAS REMESAS?
La educación es uno de los mayores usos del dinero que reciben las familias mexicanas desde Estados Unidos. Sin embargo, el dinero va principalmente para las áreas de alimentación, salud y vivienda.
La mayoría de los hogares que reciben remesas se encuentran en poblaciones rurales y con menos de dos mil 500 habitantes. Con el dinero que reciben, cubren entre el 50% y 100% de su gasto en alimentación, según el estudio de BBVA.
En varios estados, como Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Zacatecas y Nayarit, las remesas representan casi el 10% de su PIB estatal, lo cual es más del doble del 3.8% que representan a nivel nacional.
EL IMPACTO PARA LAS FAMILIAS MEXICANAS
Muchos estados de México se benefician del dinero que envían los migrantes en vez de brindar las condiciones adecuadas para poder generar más empleos, señala la directora de Cohesión Comunitaria e Innovación Social, Suhayla Bazbaz: «el estado no está invirtiendo lo que se requiere, y deja a las familias depender de Estados Unidos, y de enviar remesas».
Un problema adicional es el tema de la separación de estas familias que, en algunos casos, pueden pasar años sin verse debido a la dificultad en cruzar la frontera.