Es probable que el impacto de las nuevas sanciones sea mínimo. Los gobiernos occidentales, por ahora, prefieren mantener en reserva los paquetes de sanciones mucho mayores que tienen previstos en caso de que la crisis se agrave
Estados Unidos, la Unión Europea y Reino Unido anunciaron el martes nuevas sanciones a Rusia, luego de que Moscú reconoció a dos regiones separatistas de Ucrania como entidades independientes.
Los principales objetivos son: los bancos rusos y su capacidad para operar a nivel internacional.
Sin embargo, es probable que el impacto de las nuevas sanciones sea mínimo. Los gobiernos occidentales, por ahora, prefieren mantener en reserva los paquetes de sanciones mucho mayores que tienen previstos en caso de que la crisis se agrave.
Esto significa que los banqueros rusos o sus homólogos occidentales con exposiciones al país no perderán mucho el sueño.
De hecho, los bancos estadounidenses no esperan que las sanciones globales tengan un impacto importante en los negocios de los bancos estadounidenses o que provoquen un riesgo de contagio, dado que los prestamistas tienen poca exposición a la economía rusa, dijeron tres ejecutivos familiarizados con el pensamiento de la industria.
A continuación, se explica cómo los bancos están siendo objeto de sanciones y qué medidas podrían ser más duras:
¿Qué se ha anunciado hasta ahora?
Los ministros de Relaciones Exteriores europeos han acordado sancionar a 27 personas y entidades, incluidos los bancos que financian a autoridades rusas y las operaciones en los territorios escindidos.
El paquete de sanciones también incluye a todos los miembros de la Cámara baja del Parlamento ruso que votaron a favor del reconocimiento de las regiones escindidas.
Reino Unido impuso sanciones a Gennady Timchenko y otros dos multimillonarios con estrechos vínculos con el presidente ruso, Vladimir Putin, y a cinco bancos: Rossiya, IS Bank, GenBank, Promsvyazbank y el Black Sea Bank.
Los prestamistas son relativamente pequeños y sólo el banco militar Promsvyazbank figura en la lista de entidades de crédito de importancia sistémica del banco central ruso.
El Banco Rossiya ya está sometido a sanciones estadounidenses desde 2014 por sus estrechos vínculos con funcionarios del Kremlin.
Washington impuso sanciones a Promsvyazbank y al banco VEB.
También intensificó las prohibiciones sobre la deuda soberana rusa, lo que, según el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, significa que el gobierno ruso quedará aislado de la financiación occidental. El Tesoro estadounidense dijo que ampliaba las prohibiciones actuales para cubrir la participación en el mercado secundario de los bonos emitidos después del 1 de marzo por el Banco Central de Rusia y otras entidades.
Los bonos rusos en dólares ampliaron sus pérdidas tras el anuncio de las sanciones de Estados Unidos y las emisiones a más largo plazo cayeron a mínimos históricos no vistos desde de la década de 1990, mostraron datos.
La prima exigida por los inversores para mantener la deuda rusa frente a los bonos del Tesoro de Estados Unidos, que son considerados un refugio seguro, se disparó hasta los 329 puntos básicos, la más amplia desde la caída del mercado por la pandemia del Covid-19 en la primavera boreal de 2020.
¿Cuál será el impacto?
Por ahora, mínimo.
Los grandes bancos rusos están profundamente integrados en el sistema financiero mundial, lo que significa que las sanciones a las instituciones más grandes podrían sentirse mucho más allá de sus fronteras.
Pero las nuevas sanciones se centran en los prestamistas más pequeños.
Las medidas dirigidas a los bancos aún no son tan amplias como las impuestas tras la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, aunque muchas de esas sanciones siguen vigentes.
Entonces, Occidente incluyó en su lista negra a personas concretas, trató de limitar el acceso de las instituciones financieras estatales rusas a los mercados de capitales occidentales, apuntó a los prestamistas estatales más grandes e impuso límites generalizados al comercio de tecnología.
Las nuevas medidas británicas no impusieron límites a los mayores bancos estatales, no cortaron el capital de las empresas rusas, ni expulsaron de Reino Unido a otros de los llamados oligarcas rusos.
Las acciones de los mayores bancos rusos, Sberbank y VTB se dispararon después de que los grupos controlados por el Estado se libraran de las sanciones.
Los analistas afirman que las instituciones rusas son más capaces de hacer frente a las sanciones limitadas que ocho años antes, y los bancos estatales rusos han reducido su exposición a los mercados occidentales.
Desde 2014, Rusia se ha diversificado, alejándose de los bonos del Tesoro de Estados Unidos y de los dólares: el euro y el oro representan una parte mayor de las reservas rusas que los dólares, según un informe de enero del Instituto de Finanzas Internacionales.
Rusia también cuenta con algunas defensas macroeconómicas sólidas, como unas abundantes reservas de divisas de 635,000 millones de dólares, unos precios del petróleo cercanos a los 100 dólares por barril y una baja relación deuda/PIB del 18% en 2021.
«Las de hoy no eran tan significativas», dijo Samuel Charap, politólogo senior de la Corporación RAND, sin ánimo de lucro y no partidista, sobre las sanciones de Estados Unidos.
«La cuestión es a dónde vamos a partir de aquí», dijo. «Soy cada vez más pesimista, y creo que hay una alta probabilidad de que se produzcan más acciones militares rusas significativas y creo que, en ese caso, es probable que veamos algunas medidas cualitativamente más devastadoras que en el pasado».
¿Qué podría venir después?
La UE ha dicho que está dispuesta a imponer «consecuencias masivas» a la economía rusa, pero también ha advertido que, dados los estrechos vínculos energéticos y comerciales de la UE con Rusia, quiere aumentar las sanciones por etapas.
Los funcionarios consideran las medidas del martes como una primera ronda.
Más allá de los prestamistas que hacen negocios directamente con las regiones escindidas, aún no está claro cuándo o si la UE sancionará a los bancos más grandes.
Washington ha preparado una serie de medidas que incluyen la prohibición de que las instituciones financieras estadounidenses procesen transacciones para los principales bancos rusos, cortando las relaciones bancarias de «corresponsalía», según dijeron fuentes a Reuters la semana pasada.
La inhabilitación de los pagos internacionales supondría un duro golpe.
Estas medidas, sin embargo, podrían mantenerse en reserva.
Los bancos rusos Sberbank y VTB se enfrentarían a sanciones estadounidenses si Moscú sigue adelante con su invasión de Ucrania, declaró a la prensa un funcionario de alto rango del gobierno estadounidense.
Si estos bancos son objeto de sanciones, los bancos estadounidenses podrían sufrir represalias, dijo Charap, quien señaló los ciberataques como un arma que potencialmente podría utilizarse.
¿Qué es lo que más afectaría?
Lo que más temen los bancos de la región y los acreedores occidentales es la posibilidad de que se prohíba a Rusia el acceso a un sistema de pagos mundial SWIFT, que utilizan más de 11.000 instituciones financieras en más de 200 países.
Esta medida golpearía duramente a los bancos rusos, pero las consecuencias son complejas. La prohibición de SWIFT dificultaría a los acreedores europeos la recuperación de su dinero, y Rusia ha estado construyendo un sistema de pagos alternativo.
Los datos del Banco de Pagos Internacionales (BPI) muestran que los prestamistas europeos tienen la mayor parte de los casi 30,000 millones de dólares de exposición de los bancos extranjeros a Rusia.
¿Qué bancos extranjeros están más expuestos?
Los bancos europeos -en particular los de Austria, Italia y Francia- son los más expuestos a Rusia, y han estado en alerta máxima si los gobiernos imponen nuevas sanciones.
Los bancos italianos y franceses tenían, cada uno, créditos pendientes por valor de unos 25.000 millones de dólares en Rusia en el tercer trimestre de 2021, según datos del BPI. Los bancos austriacos tenían 17,500 millones de dólares. Esto se compara con los 14,700 millones de dólares de Estados Unidos.
Entre los prestamistas más expuestos está el austriaco RBI , que tiene grandes operaciones en Rusia y Ucrania. Ha dicho que los «planes de crisis» entrarán en vigor si la situación se deteriora. Sus acciones cerraron el martes con una caída del 7.5 por ciento.
Sin embargo, muchos bancos extranjeros han reducido significativamente su exposición a Rusia desde 2014, haciendo que algunos banqueros estén menos preocupados por la amenaza de las sanciones.
Foto de Oroinformación.