*De Seneca: “A los que corren en un laberinto, su misma velocidad

En la CONAGO (Periodistas)

Es la mañana acalorada, donde pega la calor, diría Minga, una gente de mi pueblo, que el país amanece con un periodista menos, asesinado a mansalva, por las balas que no permiten las críticas. Es la mañana que, en México, donde todo sucede y poco se remedia, el secretario Osorio Chong, en un warning de emergencia, llamó a la gobernadora y a los gobernadores y a un jefe de Gobierno, a sentarse y encontrarle la cuadratura a ese círculo del infierno, donde se mata a placer. Donde Dante Alighieri, en su Divina Comedia, en ese círculo mandó al fondo a las bestias, a los desalmados, a las hienas, a los sicarios criminales que no les da enlutar a una familia y dejar sin padre o abuelo a una persona, y agraviar a México y a su sociedad, que ve horrorizada todo lo que pasa, en un sitio donde los delincuentes ya le ganaron la carrera a la autoridad. Sin duda.

Un amigo ayer mismo, al saber que los gobernadores eran convocados a la Conago y ver este dilema, me preguntaba qué hacer, qué se podría hacer para evitar el asesinatos de los periodistas. Ni idea, le respondí. Y me acordé de algunos hechos.

a) Alguna vez algunos medios impresos, dejaron de publicar los crímenes y los levantones, la nota Roja se volvió Rosa. No se podía. Se supo que los delincuentes, al ocurrir los hechos, llamaban a las redacciones y amenazaban que si tal foto salía, iban por ellos. La nota roja se fue al olvido. Luego, tiempo después, horrorizados vemos como volvieron por sus fueros, y todo se publica. Degollados, descabezados, agujerados por las balas.

b) Otro esquema podía ser el de la revista Proceso, el semanario de mayor prestigio en el país. Proceso cubre a sus reporteros, y las notas relacionadas con el narcotráfico no llevan firmas. Lo anuncia y la casa se hace responsable.

c) Una última podría ser ponerles escoltas a los periodistas que se sospeche puedan estar en la mira de los sicarios. Aunque ya una vez ocurrió y no dio resultados. Jesús Blancornelas, del semanario Zeta, tenía militares cuidándole y hasta allí llegaron los sicarios a dispararle, dejándolo al periodista malherido y al guardaespaldas asesinado.

DE WILLIAM SHAKESPARE (ENVIADO POR JUAN HERRERA MARIN)

William Shakespeare decía: Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué? Porque no espero nada de nadie; esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución, lo único que no se resuelve es la muerte. No permitas que nadie te insulte, te humille o te baje la autoestima. Los gritos son el alma de los cobardes, de los que no tienen razón. Siempre encontraremos gente que te quiere culpar de sus fracasos, y cada quien tiene lo que se merece. Hay que ser fuertes y levantarse de los tropiezos que nos pone la vida, para avisarnos que después de un túnel oscuro y lleno de soledad, vienen cosas muy buenas. «No hay mal que por bien no venga». Por eso, disfruta la vida que es muy corta, por eso ámala, sé feliz y siempre sonríe. Solo vive intensamente para ti y por ti. Recuerda: Antes de discutir, respira; antes de hablar, escucha; antes de escribir, piensa; antes de herir, siente; antes de rendirte, intenta; antes de morir, VIVE. La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino aquella en que cada individuo aprende a vivir con los defectos de los demás y a admirar sus cualidades. Que quien no valora lo que tiene, algún día se lamentará por haber perdido y que quien hace mal algún día recibirá su merecido. Si quieres ser feliz haz feliz a alguien, si quieres recibir, da un poco de ti, rodéate de buenas personas y sé una de ellas. Recuerda, a veces de quien menos esperas es quien te hará vivir buenas experiencias. Nunca arruines tu presente por un pasado que no tiene futuro. Una persona fuerte sabe cómo mantener en orden su vida. Aún con lágrimas en los ojos, se las arregla para decir con una sonrisa “Estoy bien”.

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