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La Jornada

La Constitución de 1917 es la “hoja de ruta” que ha de llevar a buen puerto a México, pero también representa el “pacto federal” que representa el proyecto de vida de nuestra identidad colectiva, aseguró el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar Morales.

Al encabezar la ceremonia de develación de la placa conmemorativa del centésimo aniversario de la reinstalación de la SCJN -cuyas actividades estuvieron suspendidas del 14 de agosto de 1914 al 1 de junio de 1917-, como resultado del golpe de Estado de Victoriano Huerta y el estallamiento de la Revolución, dijo la Carta Magna ha servido a los mexicanos para salir adelante frente a los graves problemas del pasado, y sirve también para hacer frente a los actuales.

En el acto, realizado tras la sesión del pleno de la Corte, el ministro Aguilar Morales recordó que la Constitución de 1917, además de incluir las decisiones fundamentales de ser una República Federal, democrática y con división de poderes, fue la primera en el mundo en reconocer los derechos sociales, antes de la Constitución Soviética de 1918 y la de Weimar de 1919.

Ante el resto de los ministros de la Corte y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), así como de varios de los presidentes de los tribunales superiores de justicia locales, destacó que la reinstalación de la SCJN hace 100 años cobra gran relevancia por ser el acto que simboliza la construcción de nuestras instituciones de justicia.

“Y así como tiene una connotación fáctica, en cuanto a que se reanudaron las labores del máximo tribunal, también tiene una connotación emblemática, en cuanto que fue un nuevo comienzo para el sistema jurídico mexicano y sus instituciones”, dijo.