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Presencia.mx

​Luego de estar varios años fuera de Agua Dulce, al menos cuatro cuadrillas que hacen un total aproximado de veinte trabajadores de planta regresaron a esta ciudad para realizar trabajos de perforación en el pozo petrolero “Rabasa”.

El personal de planta que compone dos equipos y cuatro cuadrillas, que laboran en turnos de 12 horas, provienen todos de Comalcalco, lugar a donde habían sido transferidos desde hace algunos años a pesar de ser parte de la Sección 22 y de vivir en Agua Dulce.

La noticia cayó como algo positivo para muchos de los trabajadores, porque el vivir y tener su empleo en el mismo lugar significaría no tener que pagar renta de un cuarto o departamento además de comidas a mayor precio y otro tipo de servicios en Comalcalco, pues contarían con su hogar en Agua Dulce.

La llegada de los trabajadores se dio a mediados de diciembre y ahora, en enero, ya se desmanteló el equipo de uno de los equipos con dos cuadrillas para ser enviado al campo de “Los Soldados”, de Las Choapas, mientras que el otro permanecerá en el campo “Rabasa”, en el municipio de Agua Dulce.

Los trabajadores entrevistados, quienes solicitaron la protección de sus datos personales, indicaron que el proceso de desmantelamiento del equipo de perforación implica desarmar los componentes como el ‘malacate’, el mástil, las máquinas y las distintas bombas para ser transportado por los camiones hasta el siguiente pozo.

Sobre la perforación de pozos en Agua Dulce, en donde permanecerá un equipo conformado por dos cuadrillas de trabajadores que están laborando prácticamente toda la jornada, los obreros especializados en perforación mencionaron que su compromiso es perforar y dejar el pozo a la profundidad programada, pero el hecho de que sea productivo no depende de ellos.

En el tema de exploración petrolera, aunque se hacen estudios previos para conocer la factibilidad de rendimiento de un pozo, no es sino hasta que se perfora que se descubre si será redituable o productivo o si no se puede extraer una gota de aceite.

El campo petrolero “Rabasa” había bajado su rendimiento en los últimos años y actualmente es el único campo activo dentro del municipio de Agua Dulce, además de que está ubicado tan sólo a 7 kilómetros del centro de la ciudad en una zona estratégica entre este municipio y Coatzacoalcos.

Después del ‘boom’ que significó el descubrimiento de este campo en el 2008, hasta el 2012 había 23 pozos perforados en el campo productivo, de los cuales apenas la mitad estaban produciendo, según datos de la misma empresa exparaestatal Petróleos Mexicanos.

Uno de los primeros pozos terminados tuvo una producción inicial promedio diaria de 1,867 barriles de aceite de 27 grados API y 1.2 millones de pies cúbicos por día de gas.

El volumen original de aceite es de 123 millones de barriles, en tanto las reservas originales probadas (P1), probables (P2) y posibles (3) estimadas son de 4.2, 18.3 y 32.6 de millones de barriles de petróleo crudo equivalente, respectivamente.

Durante los primeros años el campo “Rabasa” significó una fuente de trabajo para más de cien obreros que eran subcontratados por diversas compañías nacionales o extranjeras que daban mantenimiento al pozo, pero las contrataciones ‘outsourching’ se cayeron a mediados del 2016.

Actualmente Petróleos Mexicanos (Pemex) es quien ha vuelto a enviar personal a Rabasa como estos equipos de perforación en la búsqueda de aumentar la producción en el lugar, considerado uno de los mejores campos petroleros del país, además de enviar otro equipo a Los Soldados.

Aunque se trata de un grupo de personal reducido, esto genera una importante derrama económica para ambas ciudades, además de beneficiarse de recursos federales como municipios productores de hidrocarburos terrestres.