El candidato de la coalición “Por México al frente”, Ricardo Anaya, se comprometió a que si gana la Presidencia respetará los usos y costumbres de todas las comunidades del país y expresó su respeto a los pobladores wixarika, que “son lo más valioso que tenemos en el país”.
En Totatiche, uno de los municipios más pobres de Jalisco, acompañó a Enrique Alfaro, candidato a gobernador por Movimiento Ciudadano, Anaya ironizó con un chiste que cuando se está en campaña “los priistas prometen el cielo”, pero una vez que pasa el periodo electoral se olvidan de regresar a cumplir sus promesas, el cual comienza con un priista que sale de Los Pinos y lo atropellan.
“Llega al infierno se abren las puertas, temperatura agradable, cervezas heladas, parecía un casino, aquí nadie toma cervezas -No- diversión, música, estaba encantado y le dicen oye ya pasaron los cinco días, y el priista ya no se quería ni salir de ahí, le dicen ahora vas a conocer el cielo, sintió mucha paz, mucha tranquilidad y cómo a los 15 minutos se oye una voz y empiezan a rezar el primer rosario, y dice saben que ya tomé mi decisión me voy al infierno, le dicen si está seguro porque apenas lleva 15 minutos, y dice que si. Llega el priista al infierno y un desastre, descabezados, un olor a azufre, un calor absolutamente insoportable y dice que no puede ser, no es lo que yo vi, yo estuve aquí, le contestan que así es el infierno, pásale compañero, bienvenido, ¡este es el infierno!, él dice se los aseguró a mi me trajeron a hacer una prueba y no era así. Le preguntan hace cuánto que vino usted y dice vine la semana, en el infierno le contestan, ¡La semana pasada es que andábamos en campaña!”.
El mitin lo realizaron subidos en un banco y entre los asistentes solo ondeaban banderas y sombrillas del PAN.
