Por la importancia que tiene la costa veracruzana en la conservación de las tortugas marinas, a través de la Secretaría de Medio Ambiente (SEDEMA) se implementan mecanismos para la protección de los quelonios y su hábitat de anidación, señaló el titular de la dependencia, Víctor Alvarado Martínez.
Muestra de ello es la operación del Centro Veracruzano de Investigación y Conservación de la Tortuga Marina Marcelino Yépez, ubicado en playa Raudal, de la comunidad El Raudal de las Flores, en el municipio de Nautla, y que tiene como objetivo la protección de las cinco especies que arriban a Veracruz (lora, carey, caguama, verde y laúd) y su ambiente de anidación.
En un área de 17 kilómetros lineales de playa, comprendido entre Nautla y Vega de Alatorre, personal del Centro lleva a cabo actividades de vigilancia, cuidado y manejo de la playa, hembras, nidos y crías.
Además, desarrollan proyectos de investigación y estancias escolares a instituciones académicas. Con el público en general se realizan actividades de educación ambiental, pláticas, talleres, limpieza de playa y la liberación de crías de tortuga marina.
El servidor público destacó que este trabajo ha permitido incrementar la protección de la tortuga marina. El año pasado, se logró el mayor registro para el campamento y particularmente para anidación de la tortuga verde en la región, con más de siete mil nidos.
Como resultado de la suma de esfuerzos coordinados entre los gobiernos y la sociedad civil organizada, también en 2015 se logró la liberación de más de 608 mil crías, con un total de dos millones 412 mil crías liberadas en los últimos cinco años en ese espacio.
Finalmente, Alvarado Martínez invitó a la población a actuar responsablemente cuando visitan las playas, sobre todo en los periodos vacacionales, ya que coinciden con la temporada de anidación, por lo que hizo las siguientes recomendaciones:
Caminar por la parte húmeda de la playa y no por la duna, ya que eso disminuye la posibilidad de dañar un nido o la reciente salida de las crías. Si coincide con el arribo de una tortuga en la playa, mantenerse en silencio, no aproximarse y alejarse despacio.
Por ningún motivo las tortugas marinas deben ser molestadas o manipuladas. Evitar el uso de luz artificial (linternas, flash de cámaras fotográficas, fogatas, etc.) y aparatos de sonido, pues se los equinos asustan fácilmente.
No colocar objetos grandes y pesados en la playa, pueden interferir con la búsqueda de sitios para la anidación. Evitar conducir vehículos (motos, automóviles), su peso comprime los nidos creando un tapón que impedirá la salida de las crías.
En caso de encontrar un ejemplar de tortuga marina varado (herido, muerto), observar la venta de ejemplares o derivados (huevos, carne, etcétera.), así como personas que atenten contra la vida de estos animales, denunciar ante las autoridades.