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24 Horas

Guillermo Haro, titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), comentó que en las administraciones de la Ciudad de México hubo años de abandono de los gobiernos locales hacia los verificentros, lo cual ha ocasionado el cierre del 95% de ellos.

Asimismo, reiteró que la clausura de los verificentros se debe al peso de los rodillos (de los dinamómetros).

“Las clausuras impuestas a los verificentros (8%) no es por la calibración de los dinamómetros sino la calibración de las pesas y se requiere que estén certificadas por laboratorios correspondientes”, detalló.

Haro llamó a los gobiernos a evitar la confrontación y lograr mejorar en seis meses la calidad del aire de la megalópolis.

Además calificó como preocupante que sólo cuatro verificentros de la Ciudad de México estén operando y que los titulares de las concesiones no se hayan preparado durante estos meses.

Indicó que la norma oficial emergente contempla tres elementos principales que son: nuevos límites máximos permisibles, introducción de sistemas de medición complementarios y más modernos como el OBD (sistema de diagnóstico abordo) y los sensores remotos, así como nuevos actores en la vigilancia de los verificentros como la Profepa.