Al medio día, del pasado 9 de julio de 2016, los Servicios Informativos del Vaticano dieron a conocer que el Papa Francisco nombró Nuncio Apostólico para México al Arzobispo italiano Franco Coppola quien ya se desempeñaba en la misma misión en la República Centroafricana y el Chad. Mons. Franco Coppola nació el 31 de marzo de 1957 en la localidad de Maglie, provincia sureña de Lecce, fue ordenado sacerdote el 12 de septiembre de 1981 por la Arquidiócesis de Otranto, en Italia. Es doctor en derecho canónico. Tras haber cursado sus estudios en la Academia Eclesiástica Pontificia, entró al Servicio Diplomático de la Santa Sede el 1 de julio de 1993. El 16 de julio de 2009, el Papa Benedicto XVI lo nombró Nuncio Apostólico en Burundi. El Papa Francisco, lo designó Nuncio en República Centroafricana, el 13 de enero de 2014, y sumó a ese cargo el de representante papal en Chad, el 2 de abril de ese mismo año. Además de italiano habla francés, español e inglés. Mons. Franco Coppola sustituirá a Mons. Christophe Pierre, quien el pasado 12 de abril fue nombrado Nuncio Apostólico para los Estados Unidos tras haber permanecido en México más de nueve años. Desde que nuestro país y la Santa Sede reiniciaron sus relaciones diplomáticas en 1992, Mons. Franco Coppola es el sexto Nuncio Apostólico en México, tras las gestiones diplomáticas de Mons. Girolamo Prigione, Mons. Justo Mullor, Mons. Leonardo Sandri, Mons. Giuseppe Bertelo, y Mons, Christophe Pierre. El Nuncio Apostólico es un eclesiástico, normalmente Arzobispo, llamado a ayudar al Obispo de Roma, Sucesor del Apóstol Pedro, en su tarea de «principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, así de los Obispos como de la multitud de los fieles» (Concilio Vaticano II, Lumen Gentium 23), representándolo con una misión estable ante las iglesias y las Naciones de la tierra.
En cuanto Representante del Papa ante las Diócesis, el Nuncio es, ante todo, trámite de comunicación con la Iglesia de Roma «acerca de las condiciones en las que se encuentran las Iglesias particulares» (C.I.C.., can. 364.1). Él es, también, llamado a asistir a los Obispos, tanto singularmente, como en el ámbito de las actividades de las Conferencias Episcopales (cf. can 364.1.2.3), no solo en aquello que concierne el ejercicio de su ministerio pastoral, sino también en las relaciones con las autoridades estatales. En vista de la promoción «de la paz, del progreso y de la cooperación entre los pueblos» (can. 364.5), el Nuncio, entre otras cosas, es llamado a empeñarse a favor del diálogo ecuménico con las demás confesiones cristianas, y de las relaciones con las otras religiones.
Al Nuncio Apostólico, corresponde «transmitir o proponer a la Sede Apostólica los nombres de los candidatos, así como instruir el proceso informativo de los que han de ser promovidos para el episcopado, según las normas dadas por la Sede Apostólica» (can. 364.4).
El Nuncio Apostólico es además un representante del Papa ante las autoridades de los estados en los cuales radica o de alguna manera está presente la Iglesia Católica. Por lo tanto, hace presente al Papa ante los Gobiernos, en la función de Representante Diplomático. En cuanto tal, su actividad se ubica dentro de los límites y garantías que la Convención de Viena sobre las Relaciones Diplomáticas de 1961, estableció como ley internacional.
El Arzobispo de Xalapa Mons. Hipólito Reyes Larios y su obispo auxiliar, Mons. Rafael Palma Capetillo. Junto con toda la Arquidiócesis se congratula por el nombramiento de Mons. Franco Coppola como nuevo Nuncio Apostólico para México.
Damos gracias al Señor por este nuevo embajador del Papa Francisco al servicio de la comunión eclesial; elevamos nuestras oraciones a Dios para que lo ilumine y lo acompañe en esta misión que el Santo Padre le ha encomendado.
Pbro. José Manuel Suazo Reyes Director Oficina Comunicación Social Arquidiócesis de Xalapa