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Crónica del Poder

El reconocido dramaturgo Abraham Oceransky consideró como “maravilloso” el apoyo ofrecido por el alcalde Américo Zúñiga Martínez y por el Ayuntamiento de Xalapa, para que no se desmantele el Teatro La Libertad, porque “proteger el arte, es lo mejor que se puede hacer por un país”.

No se trata de proteger a una persona, sino a esta ciudad, para que no se destruya un teatro y se permita que la ciudadanía siga satisfaciendo sus necesidades, porque el arte va más allá, tiene preguntas y respuestas importantes, aseguró. “El respaldo de la administración municipal me ha confirmado que lo que se piensa de Xalapa es cierto: Es una ciudad cultural”.

Aseguró que nunca ha tenido censura en Xalapa, “por eso vivo aquí”, pero ha sido difícil generar un espacio como el Teatro La Libertad, creado para la gente, para expresarse y comunicarse con la ciudadanía, en el que les preguntamos a los aficionados lo que quieren ver.

Oceransky recordó que el país se encuentra en una crisis socioeconómica y política, cuya consecuencia ha desembocado en el intento de desmantelar Teatro La Libertad, “un accidente”, parte de los errores suscitados por la pérdida de valores. “Pero afortunadamente, me han escuchado y se van a hacer cargo de este problema”, expresó.

Explicó que, además del Ayuntamiento de Xalapa, ha recibido apoyo de la Secretaría de Cultura Federal, del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA); de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por su nombre en inglés), de una sociedad inglesa y de otra española.

“Me siento confortado. Si me tengo que quedar en el lugar, qué maravilla; si me tengo que mover, qué maravilla, porque ya tenemos a dónde ir. Me siento como una película de Miyazaki donde hay un castillo vagabundo que va caminando”.

Finalmente, el dramaturgo afirmó: “No me puedo quedar callado, no me puedo quedar ausente porque soy un artista; pertenezco a la sociedad y mi vida, mi corazón y actitud está para la sociedad”.