El pasado 25 de mayo de 2016 nació en la Ciudad de México la organización FRENTE NACIONAL POR LA FAMILIA (FNF) Como su nombre lo indica, esta agrupación civil defiende la institución familiar y el matrimonio como unión de un hombre y una mujer. El FNF comprende más de mil organizaciones de todo México y se han propuesto fundar Frentes Nacionales en todas las entidades de la República Mexicana. Nos congratulamos que en el estado de Veracruz ya se han estado fundando estos Frentes a favor de la Familia. Entre las ciudades que ya cuentan con esta organización se encuentran Veracruz y Xalapa. Esperamos que Coatzacoalcos, Córdoba, Orizaba, Tuxpan y Papantla pronto también tengan esta fundación. Uno de los propósitos que busca el FNF es lograr la reforma del Art. 4° de la Constitución Mexicana, conforme a la iniciativa ciudadana presentada por la organización ConFamilia el 23 de febrero de este año al Senado de la República, donde se exige el respeto por el matrimonio entre un hombre y una mujer, el respeto de la familia y que se garantice el derecho de los padres a educar a sus hijos. Cuando se entregó esta iniciativa en el Senado fue respalda por 240 mil firmas. Ahora el FNF se ha propuesto reunir 2 millones. Junto con la colecta de firmas que va dirigida al Presidente de la República, a los Senadores, a los Diputados del Congreso de la Unión y a los Gobernadores, el FNF está preparando ya una manifestación nacional que movilizará a millones de personas en todo el país. Tres meses después de haberse presentado la iniciativa de ConFamilia, el Presidente Enrique Peña Nieto, el 17 de mayo de 2016 envió al Congreso de la Unión otra iniciativa contrastante donde entre otras cosas promueve lo que él llama “matrimonios igualitarios”. Se trata de un proyecto de ley que afecta a la familia y al matrimonio entre un hombre y una mujer. Nada más extraño y peligroso que esto. En una sociedad democrática donde se supone que las mayorías deben ser escuchadas se pretende imponer la visión de unos cuantos. La iniciativa del Presidente de la República contiene una fuerte carga ideológica. Da la impresión de que responde no a los intereses de los mexicanos sino a una agenda internacional ante quien el ejecutivo rinde tributo. Lamentamos que se pretenda imponer a las nuevas generaciones un estilo de
vida sin valores, sin familia y sin principios éticos. Habiendo tantos problemas sin resolver como la violencia, la corrupción, la impunidad, el desempleo, la calidad y oferta educativa, las instituciones de salud, entre otros tantos, se propone un asunto que parece más bien una cortina de humo. La iniciativa del Presidente lastima los valores de la familia y atenta contra los derechos que tienen los padres de familia de educar a sus hijos y enseñarles el camino que lleva a tomar conciencia de la identidad de una persona y las exigencias que esta tiene en la sociedad, la familia y la cultura. Proteger la familia natural no debe ofender a nadie, al contrario las políticas públicas han de considerar como eje transversal su desarrollo y debe propiciar la formación integral de sus miembros. La familia es una institución milenaria y un valioso tesoro que hemos de proteger, cuidar y favorecer. Toda persona proviene de un papá y una mamá, ellos forman una familia natural. Reconocerlo y proteger esta realidad con las leyes es lo deseable. Resulta muy peligroso y tendencioso lo que algunos grupos quieren imponer, pretendiendo callar las voces discordantes de su mentalidad y acusándolas de homofóbicas. Querer afectar la institución del matrimonio entre un hombre y una mujer es afectar el progreso de nuestro país. El FNF respeta las preferencias de cada persona y de igual modo exige el respeto de la figura matrimonial conformada por un hombre y una mujer. La familia no puede exponerse debido a pactos políticos que sólo favorecen intereses de grupos. La familia no puede ser una moneda de cambio para recibir beneficios económicos. La familia no puede estar secuestrada por políticas que responden a presiones internacionales y a grupos minoritarios que desean imponerse. No se puede sacrificar a la familia para quedar bien con organismos internacionales.
Pbro. José Manuel Suazo Reyes Director Oficina de Comunicación Social Arquidiócesis de Xalapa
