Ante las profanaciones y envilecimiento al que se somete el cuerpo humano, principalmente el de la mujer, es necesario cuidar su dignidad, afirmó este lunes el cardenal Norberto Rivera Carrera.
El arzobispo primado de México encabezó la Solemne Celebración Eucarística con motivo de la fiesta patronal de la Catedral Metropolitana, consagrada a la Virgen de la Asunción, que se celebra este 15 de agosto.
Ante las profanaciones y el envilecimiento al que la sociedad moderna somete a menudo el cuerpo, especialmente el femenino, el misterio de la Asunción proclama el destino sobrenatural y la dignidad de todo cuerpo humano, templo vivo del Espíritu Santo.
«Como fue templo del Espíritu Santo nuestra madre llevada al cielo», dijo en su homilía el cardenal Rivera Carrera.
Señaló que en el proyecto de Dios está contemplada la participación del hombre y la mujer, como pareja.
Dios, de manera análoga con lo que había sucedido en el origen del género humano y de la historia de la salvación, en el proyecto de Dios, el ideal escatológico debía revelarse no en un individuo, sino en una pareja, en el hombre y la mujer.
«Por eso en la gloria celeste, junto a Cristo, junto a Cristo resucitado, hay una mujer resucitada, el nuevo Adán y la nueva Eva», señaló Rivera Carrera.
En el altar principal de la Catedral Metropolitana, el arzobispo primado de México estuvo acompañado por el rector de la Basílica de Guadalupe, monseñor Enrique Glennie, e integrantes de los cabildos de ambos templos católicos de la Ciudad de México.