En al menos una década Oaxaca perdió 209 días efectivos de clases —que se traducen en un ciclo escolar completo—, como resultado de los métodos de lucha del magisterio oaxaqueño, adherido a la CNTE.
El “menú” de acciones ha incluido marchas, plantones, tomas de edificios públicos, bloqueos de carreteras y la recurrente suspensión de actividades para obligar a los gobiernos federal y estatal a atender sus demandas.
El recuento de suspensión de clases va del ciclo escolar 2003-2004 al 2014-2015. Fue durante la administración del entonces gobernador Ulises Ruiz Ortiz (1 de diciembre de 2004 al 30 de noviembre de 2010) cuando hubo 128 días de inactividad en las 13 mil escuelas de nivel básico, con una matrícula de más de un millón de estudiantes.
OAXACA PERDIÓ un ciclo escolar en una década
De 2004 a 2010, durante el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz, hubo 128 días de inactividad en las 13 mil escuelas de nivel básico, las cuales cuentan con una matrícula de más de un millón de estudiantes.
Un ciclo escolar, de 200 días efectivos, se perdió en Oaxaca en poco más de una década, resultado del alto costo de los métodos de lucha del magisterio oaxaqueño, adherido a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
El “menú” de acciones que incluye marchas, plantones, tomas de edificios públicos, bloqueos de carreteras y la recurrente suspensión de labores para obligar a los gobiernos federal y estatal a atender sus demandas fue en menoscabo de los alumnos de la educación básica que acuden a escuelas públicas, además del alto costo social.
Del ciclo escolar 2003-2004 al 2014-2015 sumaron 209 días no laborados por paros indefinidos, de los cuales la base magisterial obtuvo logros de carácter económico, social y administrativo, en no pocas veces por arriba de otros trabajadores sindicalizados de Oaxaca.
Fue durante la administración del entonces gobernador Ulises Ruiz Ortiz (1 de diciembre de 2004 al 30 de noviembre de 2010) cuando hubo 128 días de inactividad en las 13 mil escuelas de nivel básico, con una matrícula de más de un millón de estudiantes.
De los ciclos escolares que coincidieron con la administración del exgobernador priista, 2005-2006 y 2006-2007 sumaron 92 días efectivos los que estuvieron cerradas las escuelas.
En 2006 fueron 55 días perdidos a causa del movimiento magisterial popular detonado por el desalojo frustrado del plantón magisterial que anualmente se instala en el Zócalo de la capital oaxaqueña.
Las clases perdidas se “recuperaron” días después de concluido el ciclo escolar, y el ciclo inmediato (2006-2007) se desfasó por el movimiento de resistencia que duró seis meses, cuando la ciudad de Oaxaca pasó por la singular experiencia de ver acotados los tres poderes del gobierno. Sin policía y sin burocracia.
Fue el 16 de noviembre cuando ocurrió el regreso a clases y todos los trabajadores de la educación reanudaron labores.
El desfase ameritó una minuta especial ante la Secretaría de Gobernación, por parte de Ruiz Ortiz y el exdirector del IEEPO, Abel Trejo, donde quedaría asentado el ajuste al calendario escolar.
No fue un momento fácil para la gremial disidente, al registrarse discusiones en escuelas cuyos padres de familia no permitieron el regreso de la planta docente adscrita a la Sección 22 y favorecieron el nacimiento de la Sección 59, ambas del SNTE, quienes atendieron las escuelas que los paristas abandonaron.
CONFLICTOS CON COMUNIDADES
El primer trienio del actual gobernador, Gabino Cué, al arranque del ciclo escolar 2013-2014 requirió la publicación de una “extra” en el Periódico Oficial de Oaxaca, al cumplirse 39 días de paro indefinido.
El IEEPO dio por perdido el ciclo escolar en curso, pues los alumnos rebasaron el 15% de las inasistencias establecidas legalmente “para considerarlos aptos y ser promocionados en el siguiente periodo escolar”.
La medida fue resultado de la movilización que derivó en un plantón en la Plaza de la Constitución, y después se mantuvo en el Monumento a la Revolución de mayo a octubre de 2013, en la Ciudad de México.
Sin embargo, el retorno a las aulas no fue camino fácil, pues detonó al menos 180 conflictos en comunidades por la toma de escuelas por parte comités de padres de familia que le abrieron la puerta a la sección 59, y expulsaron al magisterio disidente.
En el pasado reciente, al culminar el 14 de julio el ciclo escolar 2014-2105, el exdirector del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca Moisés Robles Cruz reconoció perdidos 12 días en escuelas públicas.
Resaltó que en la mayoría de las escuelas de Oaxaca se cumplió con el calendario oficial salvo en un número mínimo de escuelas; “194 para ser más exacto”, precisó.
Moisés Robles Cruz refirió que en comparación con el ciclo escolar 2006-2007, cuando se perdieron 55 días de clases, en el ciclo escolar 2014-2105 se perdieron 12 días oficialmente.
MÁS AJUSTES
Durante más de una década, el gobierno ha tenido que batallar con ajustes al calendario escolar.
Por los paros educativos se han establecido una serie de reacomodos de horarios, como laborar siete días, sacrificar los periodos vacacionales, suspender actividades paraescolares y festividades; esto último sin considerar al educando, pues representa no estar con sus padres en días de asueto.
Además, se recuperan días perdidos con la ampliación de horarios de labores académicas semana-mes, lo que significa “cubrir” los días de movilización.
Vanguardia ha quedado reducida a sólo opinar
“Contrariamente al papel protagónico que durante la primera década del movimiento magisterial tuvieron los maestros de base, luego de romper con el control hegemónico que ejerció la corriente magisterial Vanguardia Revolucionaria, hoy su participación sindical es más simbólica.
“Y, ciertamente, participan y opinan pero pocas veces pueden ejercer a plenitud su derecho a la libre expresión y a la crítica, mucho menos donde se ponga en duda la honestidad personal y política de sus dirigentes”, opina Isidoro Yescas Martínez, académico de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, autor del libro La Insurgencia Magisterial en Oaxaca, 1980.
“Los ‘20 principios rectores’ del movimiento magisterial disidente que se aprobaron en 1982, como alternativa a los antidemocráticos ‘estatutos del SNTE’, con el objetivo de normar la conducta sindical y política de los agremiados a la sección 22 , se han convertido en una camisa de fuerza para la base trabajadora y en un instrumento de manipulación y chantaje de líderes y dirigentes”, agrega el autor.
Por otro lado, desde la creación del IEEPO, en 1992, han pasado por la dirección general once funcionarios elegidos por el gobernador del estado en turno.
Al menos 45 días perdieron los alumnos
194 escuelas ampliaron su calendario de actividades para enfrentar el rezago.
En Oaxaca, más de 97% de las 13 mil escuelas del sistema de educación pública cumplió satisfactoriamente con el ciclo escolar 2015-2016.
En su momento, el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) informó que alrededor de 312 escuelas del nivel básico suspendieron actividades parcialmente entre los meses de mayo y julio pasados, debido a las movilizaciones de la Sección 22, adherida a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
El gobernador del estado, Gabino Cué Monteagudo, indicó que 194 escuelas trabajaron de forma especial, al ampliar una semana más su calendario de actividades, para tratar de recuperar los al menos 45 días perdidos debido al paro.
De acuerdo con autoridades educativas de Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Guerrero, alrededor de 155 mil alumnos de educación básica de esos cuatro estados terminaron el ciclo escolar con 45 días efectivos (hábiles) de clases perdidas por el paro iniciado por la CNTE el pasado 15 de mayo.
En la víspera del arranque del ciclo 2016-2017, el IEEPO aseguró que se cumplió al 100% con la entrega de la documentación correspondiente, como certificados y boletas de calificación, a través de los supervisores escolares.
De acuerdo con el instituto, fueron entregados 228 mil documentos a 13 mil 884 planteles de escuelas públicas y privadas, que acreditaron a igual número de estudiantes.
La instancia expidió 70 mil 967 certificados de educación preescolar, 84 mil 956 de primaria y 72 mil 78 de secundaria, para más 228 mil alumnos que concluyeron estos niveles educativos en Oaxaca.