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La preocupación sobre temas relacionados a la conservación del ambiente va en aumento, de ahí que México busca producir biocombustibles para reducir la emisión de gases con efecto invernadero, a través de nuevas tecnologías y productos agrícolas como el sorgo dulce.

La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) explicó que esta materia prima, igual que el maíz y la caña de azúcar tienen propiedades para producir etanol, un biocombustible que surge a partir de la fermentación de los azúcares que están en cultivos energéticos.

Por ello, a través del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), el doctor Noé Montes, trabaja en un proyecto de mejoramiento genético de sorgo dulce, el cual permitirá generar variedades con alto contenido de azúcares para la producción de etanol.

En un comunicado, explicó que algunas ventajas del uso del sorgo dulce para la creación de biocombustible, es que son bajos los requerimientos de humedad y de fertilizante, contiene de 14 a 21 por ciento de azúcares fermentable y se puede cosechar de una a tres veces por año.