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EFE

Al igual que las personas, los perros tiene memoria episódica, que les permite recordar acciones complejas realizadas por una persona incluso cuando no esperan que su memoria sea puesta a prueba o piensen que van a ganar una recompensa, según un estudio publicado hoy en Current Biology.

“Los resultados de nuestro estudio pueden verse como un nuevo paso para hacer caer las barreras creadas artificialmente entre los animales no humanos y los humanos”, aseguró una de las autoras del estudio Claudi Fugazza del grupo de investigación de etología comparada MTA-ELTE de Budapest.

Los perros son una de las pocas especies que la gente considera “inteligente” y aún así -señaló- “nos seguimos sorprendiendo cuando un estudio revela que los perros y sus dueños pueden compartir algunas habilidades mentales a pesar de nuestra lejana relación evolutiva”.

La memoria episódica hace referencia a recuerdos que se asocian a referencias espaciales y temporales, frente a la semántica que se refiere a conocimientos de carácter general independientes de un contexto.

Hasta ahora había sido difícil encontrar evidencias de que los perros usan un tipo de memoria similar a la episódica pues no se les puede preguntar lo que recuerdan.

Para el estudio los investigadores usaron un juego llamado “haz lo que yo hago”, en el que perros entrenados ven a una persona hacer algo y luego lo repiten. Así el dueño del animal pude saltar en el aire y cuando diga: “hazlo” el animal lo repetirá.

El hecho de que los perros puedan ser entrenados para realizar ese juego no es suficiente prueba de que tienen memoria episódica, sino que deben demostrar que recuerdan lo alguien acaba de hacer aunque no esperen que se les pida que lo repitan o se les de una recompensa.

Para lograr esa prueba los expertos entrenaron a 17 perros para imitar a humanos con el juego de “haz lo que yo hago” y a otro grupo de canes que debían quedarse tumbados tras observar cualquier acción de la persona.

Al grupo de animales que se quedaba tumbado, los científicos le sorprendieron con la frase “hazlo” y los perros repitieron la acción que acaban de ver, es decir “recordaron lo que habían visto hacer a la persona aunque no tenían ningún motivo para pensar que deberían recordarlo” con lo que “mostraron memoria episódica”.

Esos animales fueron sometidos a la prueba de repetir lo que habían visto un minuto y una hora después, con lo que se demuestra que son capaces de acordarse de esas acciones tanto a corto como a largo plazo, aunque su memoria se iba desvaneciendo con el paso del tiempo.

“Desde una perspectiva evolutiva amplia, (esta prueba) implica que la memoria episódica no es única y no evoluciona solo en los primates, sino que es una habilidad extendida en el reino animal”, aseguró Fugazza.

La experta considera que los perros pueden ser “un buen modelo para estudiar la complejidad de la memoria episódica en el medio natural, en especial porque esa especie tiene una ventaja evolutiva y de desarrollo al vivir con grupo sociales humanos.