Una de las gorras que Fidel Castro obsequió en vida, quedará en manos de una familia que actualmente reside en Tuxpan.
La señora Hilda Lucia Bravo Bonilla, relató que en el año 1988 cuando Fidel Castro visitó la ciudad de Tuxpan para reinaugurar el museo de la amistad México-Cuba, ella le pidió al líder cubano que le regalara su gorro.
“Fui quien le dio la bienvenida, le dio un ramo de flores, y pues obviamente me agradeció por el ramo de flores y yo quería que quedara evidencia en mi vida para este día que conocí a Fidel y lo que le pedí fue la gorra y él me dijo que no me la podía dar en ese momento porque tenía otro evento al cual asistir, pero que me la mandaba posteriormente”.
Un año más tarde, una comitiva integrada por diplomáticos de Cuba viajó hasta esta ciudad, para entregarle la gorra la señora Hilda.
“La comitiva me dijo que era la cuarta gorra que él regalaba, habían tres ex presidentes sudamericanos con una gorra en ese instante y yo era la cuarta persona que recibía una gorra de Fidel Castro”.
Como parte de la semana alusiva al aniversario 60 de la partida del yate Granma de Tuxpan a Cuba, la señora Hilda mostró dicho objeto, donde también aprovecho para contar la anécdota.
Tras la muerte de Castro, ocurrida el pasado 25 de noviembre, la señora Hilda lamentó la pérdida de esta figura política, no obstante dijo sentirse muy contenta por tener entre sus posiciones este objeto, que perteneció a una de las personas que más admira.
“Ese día me entero que viene mi héroe a visitarnos y lo conocí en persona, lo salude, fui quien le dio la bienvenida y fue un acontecimiento muy bonito para mi, para mi vida, para mi familia, porque estamos muy orgullosos de ser dueños de esa gorra”.
En un futuro, la señora Hilda descartó donar este objeto al museo que se alberga en Santiago de la Peña o a cualquier otro, pues prefiere que se quede entre los miembros de su familia.