La fe mueve montañas, mueve conciencias, pone en movimiento a familias que viajan desde diversos puntos del sureste del País, de Chiapas, Tabasco, Yucatán, Quintana Roo y de Oaxaca; hacía el Santuario de Guadalupe, situado en esta ciudad.
Desde Yajalón, Chilón, Pinabetal, túmbala y muchas otras comunidades de la región de la selva de Chiapas de Corzo, viajan en camionetas en caravanas, caminando, con la antorcha al frente y la virgen de Guadalupe como estandarte, son el grupo más nutrido que se desplaza por las carreteras cantando alabanzas a la Reyna de América en un ritual de fe y esperanza.
Tal es el caso de Manuel Hernández Gómez, quien viaja con sus dos hijos, Toño y Manuel, quienes salieran de Pinabetal municipio de Chilón en Chiapas, rumbo a la Catedral de La virgen de Guadalupe en la Ciudad de México, viajando luego hasta esta ciudad donde pernotan desde este miércoles siendo atendidos en el comedor del santuario, donde se les proporciona alimentos, colchonetas y letrinas donde hacer sus necesidades y hasta unas regaderas para el aseo personal.
LLEGARÁN MÁS
Conchis Martínez, quien dice tener doce años sirviendo a los andantes, comenta que diariamente se preparan alimentos para unas dos mil personas, diariamente entre desayunos, comida y cena.
Advierte que en los sucesivos días se espera aumente el flujo de al acercarse el “Día de la Virgen de Guadalupe”.
Recordó que el año pasado, atendieron a unos 12 o trece mil peregrinos y ahora esperan que el número aumente.
Entrevistada mientras preparaba diez kilos de carne molida para el almuerzo; dijo que al menos unas 30 personas acuden a preparar alimentos diariamente y que esta labor la vienen realizando desde hace quince años y está a cargo de Nicolás Núñez Trejo, quien se da a la tarea de recabar los víveres que se utilizan durante los doce días que duran las peregrinaciones.