Inocencio Martínez Cortes
Escuchar la risa de un niño, es saber de la existencia de un angelito que anda en derredor del hogar y eso se traduce en lo que es la navidad, todo debe ser alegría, amor y felicidad; millones de hogares deberían sentirse felices en compañía de sus seres queridos y con sus amigos.
He escuchado de cómo se organizan para pasar la navidad y el ultimo día del año juntos como de costumbre o por primera vez, son familias que tienen posibilidades económicas y que de manera conjunta resuelven el festejo de fin de año, fecha esperada por toda la humanidad y propicia para hacer un recuento de todo lo que se ha hecho durante largos doce meses de existencia, además momento para agradecer a Dios de parte la comunidad cristiana.
Apuesto que en los festejos impere la prudencia, que no haya excesos para evitar malos ratos y que de verdad escuchemos la voz del niño Jesús a través de nuestros infantes, quienes con sus graciosadas nos hacen reír y con sus llantos nos inspiran ternura, máxime si se encuentran en pleno goce de su salud.
Pero es lamentable que haya un sector importante donde la humanidad sufre la violación a los derechos humanos con violencia y sobre todo en la pobreza, debería existir una autoridad terrenal que impusiera la calma en los lugares donde por intereses mezquinos se altera el orden, de la humanidad que sin deberla ni tenerla no tiene la tranquilidad que merece como sociedad.
Espero que en nuestro país y sobre todo en el estado jarocho, tengamos fiestas decembrinas llenas de amor, de reencuentros con familiares y amigos, además de expresar nuestra solidaridad con el amigo, el vecino, los niños, los adultos y todo aquel este pasando momentos tristes por alguna causa que le acontezca.
Aprovechemos la ocasión para extender la mano y dar una palmada de aliento e inyectar buen ánimo a nuestros semejantes, existen muchas personas que con un saludo o un abrazo se sienten felices. Vamos, en esta época de crisis de valores, mucho haremos si nos solidarizamos en la felicidad y también en la tristeza.
Hagamos una tregua en los temas cotidianos que nos han traído tan ocupados, sobre todo los temas políticos que han llenado nuestra mente de temas reprochables, de que si robo o no robo, si es bueno o es malo, avoquémonos a cumplir con nuestra responsabilidad, pero los días que tenemos de asueto con motivo de la navidad y año nuevo, seamos felices muy felices. Recuerden la risa de un niño es la navidad.
Otro: ¡¡Feliz navidad!! asiduos lectores de esta gran pagina informativa.