El embalse de toros en Tlacotalpan sí se llevará a cabo este año a pesar del maltrato y la actuación despiadada de los asistentes.
Aunque cada inicio de febrero circulan videos dando cuenta de los actos atroces que se realizan en la fiesta “religiosa” Débora Vives Iñiguez, organizadora de las actividades de La Candelaria, afirmó que las condiciones para los animales mejoraron.
Argumentó que se trata de una tradición arraigada en Tlacotalpan y que por el momento no se contempla discusión alguna sobre el tema.
Es de mencionar que cada año en las fiestas de Tlacotalpan los toros son martirizados por los asistentes, les entierran objetos, les jalan cola o rabo con la intensión de provocarlos, e incluso los obligan a beber sustancias que les impiden estar en todos sus sentidos.
“El tema de los toros es delicado, es una tradición milenaria, no podemos quitarle a la gente esa tradición, pero estamos dándole cuidado especial a los toros. Por ejemplo que ya no pasen nadando por el río, aunque siempre la ganadería se pasa así. Se va a repetir la misma mecánica del año pasado, los pasan en panga y se les cuida para que no tengan daño”.
La acción cruel contra los animales se realiza cada primero de febrero como parte de las fiestas “religiosas” del municipio mencionado.
Los toros de raza cebú cruzan el río Papaloapan, al llegar al otro lado son esperados por los verdaderos salvajes que los comienzan a hostigar dándoles puntapiés, cinturonazos o hebillazos, para hacerlos enfurecer, sin embargo, los animales arriban asustados o muchas veces alcoholizados.
Las fiestas de La Candelaria se desarrollarán del 31 de enero al 9 de febrero en el municipio de Tlacotalpan.