El pasado 20 de enero de 2017, en la Residencia Oficial de Los Pinos, tuvo lugsr un encuentro entre el Presidente de México Enrique Peña Nieto y algunos obispos miembros de la CEM (Conferencia del Episcopado Mexicano). Por parte de la CEM estuvieron presentes los 4 Cardenales, Los Obispos que integran el Consejo de Presidencia y el Consejo Permanente. También estuvo presente el Nuncio Apostólico Franco Coppola.
En un comunicado difundido por la Secretaría del Episcopado Mexicano, se señalaron los motivos que urgieron este encuentro, a saber: “los enormes desafíos que enfrentamos como nación y la necesidad de discernirlos”.
Entre los grandes desafíos están la pobreza extrema en la que viven millones de connacionales, la falta de oportunidades para vivir con dignidad; la violencia imparable en todos los rincones del país, las condiciones de salud que ofrecen instituciones públicas y los problemas de la educación, la corrupción y la impunidad. Todas estas situaciones no favorecen la paz.
La paz va unida a la justicia, a la verdad y a la caridad. No puede haber paz sin que se mejoren las condiciones de Justicia social. Por ello, entendemos la paz no sólo como un don que hay que suplicar sino también como una tarea que hay que llevar a cabo. En este sentido la paz se verifica en actitudes y con señales que enviamos todos los días. La construcción más difícil de la paz es la que tenemos que hacer en el interior; es en el corazón humano donde se libran las batallas más difíciles para hacer que la paz sea una realidad, para que la justicia impregne todas las instituciones y las políticas públicas.
Los Obispos mexicanos refrendaron su compromiso de colaborar con toda la fuerza evangelizadora de la Iglesia Católica a la Reconciliación, a la Paz y al pronto restablecimiento de la justicia y el derecho en todo nuestro país”. Estos propósitos fueron ya planteados en el año 2010 con el Documento episcopal QUE EN CRISTO NUESTRA PAZ, MÉXICO TENGA VIDA DIGNA. Sólo Cristo transforma realmente el corazón humano. La fe es un ingrediente fundamental que da sentido a la existencia. Quien guía sus pasos con los principios evangélicos, entiende a los otros como parte de la familia humana y respeta sus derechos.
Recordamos aquí la circular del pasado 10 de enero del Arzobispo de Xalapa, Mons. Hipólito Reyes Larios, donde también denunciaba lo siguiente: “en muchas partes vivimos situaciones de violencia intrafamiliar y social, de agresión a las mujeres, a los migrantes, a los indígenas, a los sacerdotes y a los comunicadores, de asaltos, de levantones, y desapariciones forzadas, de extorsión, de secuestros, de abortos, de trata de personas, que se pueden resumir en la falta de respeto a los derechos humanos”.
Los Obispos mexicanos expresaron su firme voluntad de “mantener el diálogo propositivo, colaborativo y permanente con las autoridades gubernamentales para sumar esfuerzos que ayuden a la necesario reconstrucción del tejido social y la recuperación del sentido comunitario”. Solos no podemos, los grandes problemas que vivimos todos los días necesitan ser afrontados por diferentes sectores de la sociedad. La paz, la justicia y el bien común es tarea de todos. Cada quien desde su vocación específica va haciendo aportes para transformar la realidad.
Por todo ello, los prelados “hicieron un llamado al gobierno federal a tomar en cuenta el entorno social más amplio en el que se aplicó el aumento de los combustibles, pidiendo ser más sensibles ante la pobreza, bajos salarios, corrupción, impunidad y violencia en los que vivimos”. No se deben aplicar políticas públicas desde arriba o desde una oficina o escritorio, se necesita escuchar a los ciudadanos y primero adelgazar los gastos superfluos del gobierno.
Hacemos votos para que este encuentro entre el Presidente de México y los pastores católicos, traiga muchos frutos en beneficio de los ciudadanos, que se generen políticas públicas que favorezcan el bienestar de la familia y se creen condiciones favorables para todos. Ojalá sea sensible y reconsidere y eche marcha atrás su decisión de elevar el precio del combustible. “Que en Cristo, nuestra Paz, México tenga vida digna”.
Pbro. José Manuel Suazo Reyes
Director Oficina de Comunicación Social Arquidiócesis