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Excélsior

En la temporada 2016-2017, la ocupación de Mariposa Monarca en los bosques de oyamel del Estado de México y Michoacán registra una superficie de 2.91 hectáreas en 13 colonias, ocho dentro de los santuarios de hibernación (2.22 has) y cinco fuera de ellos (0.69 has), lo que representa una disminución de 27.43 por ciento, con respecto a la superficie ocupada (4.01 ha) en la temporada 2015-2016.

En conferencia de prensa, Alejandro del Mazo Maza, titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) dio a conocer que esta disminución se debió principalmente a las condiciones climáticas extremas que se presentaron en marzo de 2016.

La colonia más grande (1.17 ha, 40.21 por ciento del total) se encuentra en el Santuario de la Sierra Campanario (Ejido El Rosario, Michoacán) y la colonia más pequeña (0.02 ha) en el Santuario de Mil Cumbres (Ejido Río de Parras, Michoacán).

Por quinto año consecutivo se observó una colonia (0.04 ha) en el Santuario Cerro Pelón (Bienes Comunales San Pablo Malacatepec, Estado de México) y por segundo año se observaron colonias en todos los santuarios conocidos fuera de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca.

Omar Vidal, director general del Fondo Mundial para la Naturaleza en México (WWF, por sus siglas en inglés) explicó la metodología que se utiliza desde 2004 para monitorear la ocupación con visitas cada 15 días los 11 santuarios de hibernación de la Mariposa Monarca para determinar su ubicación con un geoposicionador.

Benjamín Grajeda, titular de la División de Gendarmería de la Policía Federal informó que durante este período se realizaron 117 acciones operativas en coordinación con autoridades federales y estatales destacando 11 inspecciones a aserraderos, clausurando definitivamente tres de ellos y clausura temporal a otros tres, además de que se hacen recorridos de hasta dos mil 300 kilómetros de patrullaje terrestre y aéreo.

Las mariposas Monarca que hibernan en México migran hasta cuatro mil kilómetros desde Canadá y los Estados Unidos para llegar a la Reserva de la Biosfera en el Estado de México y Michoacán que protege 56 mil 259 hectáreas.

AMENAZADAS POR EL CAMBIO CLIMÁTICO

Las autoridades creen que las tormentas de marzo mataron a unas 6.2 millones de mariposas, casi 7,4% de las casi 84 millones que hibernan en México, dijo Alejandro del Mazo, titular de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp).

Las monarcas se estaban preparando para regresar a Estados Unidos y Canadá cuando se enfrentaron al temporal.

Aunque ninguna mariposa vive lo suficiente como para hacer el viaje de ida y de regreso, una reducción en el número que logra salir de los territorios invernales muchas veces resulta en un declive en aquellas que regresan el año siguiente.

La combinación de lluvia, frío y vientos fuertes por las tormentas hicieron que se perdieran 54 hectáreas (133 acres) de árboles de pino y abeto en los terrenos montañosos, más de cuatro veces lo que se pierde con la tala ilegal. Se trata de la mayor pérdida relacionada con las tormentas desde el invierno de 2009-2010, cuando lluvias y deslaves fuera de lo común destruyeron 106 hectáreas (262 acres) de árboles.

Sin embargo, la lucha contra la tala ilegal continúa. La semana pasada las autoridades detuvieron a un hombre que trató de sacar de la reserva de las mariposas una decena de enormes troncos usando papeles falsos que decían que los árboles estaban enfermos y que se iban a retirar porque representaban un riesgo. De hecho, los investigadores determinaron que los árboles estaban sanos.

Las monarcas dependen de hallar bosques relativamente bien preservados, donde millones de mariposas —negro con anaranjado— cuelgan apiñonadas de las ramas, como si se tratara de racimos. Los árboles y la aglomeración las protege de la lluvia y los fuertes descensos en la temperatura.

Es por eso que les afecta tanto la tala ilegal en el núcleo de 13.551 hectáreas. La tala ilegal en la reserva monarca cayó a casi 20 hectáreas en 2015 a unos 29.6 hectáreas el año pasado.

Otro problema, ha sido la pérdida del algodoncillo —la planta que sirve de alimento a las monarcas— en Estados Unidos y Canadá debido a un aumento en el uso de herbicidas y la pérdida de tierras frente al desarrollo urbano.

La pérdida de bosques en México y de algodoncillo en la frontera norte ha sido devastadora. Este año las mariposas abarcan sólo 2,91 hectáreas.

El año pasado cubrieron 4 hectáreas; en 2014 alcanzaron 1,13 hectáreas  y en 2013 hubo un bajo récord de 0,67 hectáreas . Hace 20 años abarcaban 18 hectáreas.

No podemos controlar el cambio climático, pero podemos hacer un trabajo mejor erradicando la tala ilegal en la reserva y frenando la pérdida del hábitat en Estados Unidos y Canadá», dijo Vidal.

Pero incluso si los sitios para pasar la temporada de invierno en México nunca pierden otro árbol, sin comida y hábitat en la ruta migratoria, los bosques pronto dirán adiós» a las mariposas monarca.

La mariposa en sí no está en riesgo, pero la migración parece que sí lo está, pues no todas las monarcas migran.