Lugar:
Fuente:
Excélsior

A pesar del reforzamiento de la vigilancia en el Alto Golfo de California y la veda en el uso de redes, apareció muerta otra vaquita marina a 26 kilómetros al norte de San Felipe, Baja California.

El ejemplar de 1.45 metros de longitud, reportado por la agrupación conservacionista Sea Shepherd, presenta heridas profundas y pequeños cortes superficiales similares a los que deja un cuchillo cuando se corta la red sobre el mamífero marino para desenmallar la cuerda.

Además, sobre el costado izquierdo del cadáver pueden apreciarse, largos cortes transversales seriados, parecidos a los provocadas por la colisión de una hélice de propela, pero la forma de ellos y su localización pueden sugerir que la vaquita marina ya estaba muerta al momento de ser embestida.

En un comunicado de prensa, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) dio a conocer que a las 16:20 horas del domingo 19 de marzo, especialistas realizaron la revisión del ejemplar que se encontraba en un avanzado estado de descomposición nivel 3, con desprendimiento de piel y tejidos blando casi disueltos.

Al parecer se trata de un ejemplar hembra adulta toda ves que no exhibe genitales y tampoco se logro palpar los mismos al realizar una exploración corporal», indicó.

La autoridad ambiental explicó que el cadáver, será conservado y resguardado en el cuarto refrigerado que tiene en Mexicali, Baja California y a la brevedad se valorará su canalización a algún centro de investigación y estudio científico para que se apliquen los protocolos de análisis correspondientes.

La Profepa mantendrá la lucha frontal contra los traficantes de Totoaba mediante las acciones de vigilancia, y la presentación ante el Ministerio Público Federal de las personas que sean sorprendidas en actividades de captura ilegal de especies marinas protegidas o responsables de daños al medio ambiente marino», agregó.

De acuerdo al Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA) en noviembre de 2016 quedaban sólo 30 ejemplares, debido a que durante la pesca ilegal de Totoaba, llamada la «cocaína del mar, por su alto valor en el mercado negro chino, las vaquitas marinas mueren ahogadas al quedar atrapadas en las redes.