La línea 7 del Metrobús podría reducir hasta 30 por ciento la capacidad de movilidad de vehículos en avenida Paseo de la Reforma, de acuerdo con cálculos de David Morillón, presidente de la Comisión de Especialidad de Ingeniería Municipal y Urbanística de la Academia de Ingeniería de México.
Reforma es una avenida muy importante y quitar uno o dos carriles sería quitar un 30 por ciento o más de la capacidad lo cual complicaría otras vías y esos impactos a la movilidad no se tienen o no son públicos, desde contaminación, tiempos de traslado y afectaciones a otras rutas de transporte” dijo el académico en entrevista con Excélsior.
Mencionó que hasta el momento la ciudadanía desconoce si el proyecto traerá más beneficios que impactos negativos, debido a que no se presentó o no existe un estudio técnico integral que mencione las repercusiones de la línea 7, debido a que existe un hueco legal que no obliga a las autoridades a hacer estos estudios, así como otorgarles recursos para realizarlos.
Señaló que la academia tiene tres preocupaciones principales en torno al proyecto pues el tipo de transporte que pretenden incluir tiene una capacidad de 130 personas, mientras que uno convencional 100 y se puede optar por otras opciones para mover a un mayor número de usuarios, así como utilizar transporte público eléctrico que no genere contaminación.
Es una regresión promover una obra donde se mete un transporte que usa energía que se agota, que contamina y que es no renovable, creemos que la Ciudad de México debe implementar alternativas para ir encaminando el transporte público a sistemas como trenes, metro o trolebús” agregó el Morillón.
Otra de las preocupaciones que se generan entre los especialistas es el posible conflicto vial que se generaría en la Fuente de Petróleos, que de por sí ya es conflictiva, y por lo consiguiente el impacto al medio ambiente derivado del tráfico y la combustión de los automóviles que ahí transitan.
El grupo aclaró que la Academia no busca detener el proyecto, no obstante, hicieron un llamado a las autoridades a realizar y publicar los estudios de manera previa a la ejecución a los mismos incluyendo la línea 7 con el objetivo de analizar si son viables o no y aprobarlos o desecharlos según sea el caso.
