Si a los niños se les complace en todo y no hay límites en la educación, los llevan al desorden y se vuelven caprichudos, afirmó el Obispo de la Diócesis de Veracruz, Luis Felipe Gallardo Martín del Campo.
«La tendencia de dejarlos hacer como si se tratara de animalitos en libertad que se guían por sus instintos, no, acá el ser humano tiene una razón, tiene si también tiene sentimientos pero los sentimientos también deben ser iluminados por la razón, de manera que si un niño es caprichudo tienes que hacerle entender que tiene que controlar esas reacciones, si es que es desobediente tienes que hacerle entender que la obediencia bien entendida es algo que le va a servir para que después cuando él tenga autoridad sepa entender a aquellos que dependen de él porque si no se vuelven tiranos, se vuelven caprichudos».
Abordado en la bendición de mochilas, señaló que en la educación se ha ido perdiendo el respeto, la disciplina y otros valores.
«Hay muchas cosas que se han ido perdiendo, antes había más respeto, antes había más disciplina, más docilidad de parte de los niños».
Comentó que al no poner límites a los niños no se fortalecen sus capacidades de autocontrol, de dominio, de perseverancia y de autocontrol.