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Excélsior

Ya sabemos, cuando un extranjero piensa en México lo primero que se le viene a la mente es la imagen de unos tacos y algunos cuantos caballitos de tequila. Eso sin mencionar que su primera referencia geográfica es Cancún, los Cabos y/o Puerto Vallarta.

A fin de continuar con su proyecto de fotografiar a los habitantes del mundo leyendo en el metro de su ciudad y, en el camino, acabar con todos los conceptos erróneos que hay sobre México, la fotógrafa Uli Beutter Cohen tomó su cámara y se metió en el subterráneo de nuestra ciudad, para crear un retrato cultural de Ciudad de México inspirado en los libros y la lectura.

“Las historias son parte de todas nuestras vidas y una gran manera de llegar a conocer a alguien”.

En su paso por nuestra ciudad, la fotógrafa encontró en los mexicanos «un increíble sentido de comunidad». No sólo por el hecho de que muchas personas la invitaban a su casa o por ser acompañada «por las autoridades» en el metro, o por cómo se sintió hablando con los lectores de sus libros, sino precisamente porque «Ciudad de México es conocida por ser un lugar difícil, pero creo que la dureza también une a la gente».

“Hay una gran diferencia entre el gobierno de un país y la gente de un país”.

Uli habló con diez personas sobre sus libros, pero también platicó con activistas de la Fundación Alumnos47; con Daniel Goldin, director de la Biblioteca Vasconcelos, y con la escritora Guadalupe Nettel, sobre los tipos de lectores que se pueden encontrar en CDMX. Y aunque le faltó tiempo (la invitaron a un Diplomado en Tepito, al que no pudo asistir), dijo que dejó un ojo vigía: Laura García Sandoval, quien continuará hablando con los lectores en el metro y le enviará reportes.

“¡Así que asegúrate de leer libros realmente buenos en el metro!”, dijo Uli Beutter Cohen. “No hay nada que se compare con el sentimiento de Ciudad de México. Es viva e independiente. Está en contacto con el lado oscuro de la humanidad. Se puede decir que está llena de corrupción y de revolución”.

Sobre el metro de Ciudad de México dijo que le había parecido una locura: «Realmente es una ciudad debajo de la ciudad». Explicó que le había parecido que su olor era similar al de París, «me dijeron que usaban aceite de cacahuete para engrasar los rieles». También le gustó que el metro fuera como un museo, con tantos murales e iconografía. Los vendedores de libros, bibliotecas y librerías subterráneas también la dejaron impresionada.

“Hay muchos más lectores en el metro en CDMX que en el metro de Nueva York”.

Lo que no se esperaba es que Ciudad de México se sintiera como un estado policial. Relató que la echaron a los cinco minutos de instalar su equipo en Balderas, por no contar con un permiso; lo mismo ocurrió en Bellas Artes: «No podía levantar imagen sin ser inmediatamente detenida por la policía».

“No esperaba que hubiera tanta policía en la Ciudad de México. Se sentía como si estuviéramos vigilados de cerca en todo momento. La cantidad de policías en la ciudad era realmente sorprendente”.

Uli publica su trabajo en Subway Book Review, una página web que fundó en 2013, con base en Nueva York, y en su perfil de Facebook. En ambas plataformas podemos encontrar imágenes con las que ha luchado por acabar con los prejuicios y los estereotipos. Pero también con las que puede cumplir su hipótesis de que leyendo podemos hacer que los ciudadanos del mundo se entiendan mejor: “¡Sigue leyendo en el metro! ¡En donde puedas! (…) Tenemos que usar los libros para abrir las ventanas a los mundos”.

Para conocer más sobre el trabajo de Uli, puedes visitar su sitio web www.subwaybookreview.com o seguir su perfil de Instagram @subwaybookreview.