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e-consulta Veracruz

«El temblor no me afectó físicamente, pero sí emocionalmente. Me sentí muy vulnerable. Entonces me puse a reflexionar y decidí regresar a mi tierra a empezar de nuevo, otra vez…», dice Clemente Ávila Godoy, quien regresa a Sonora este sábado.

Como él, decenas de foráneos decidieron regresar a sus estados de origen tras el sismo del pasado martes 19 de septiembre que dejó más de 300 muertos.

Incluso, algunos gobiernos estatales ofrecieron apoyo en el traslado de mudanzas y, algunos, boletos de avión para apoyar a sus coterráneos.

Ávila Godoy llegó a la Ciudad de México hace más de 30 años a estudiar Medicina en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Pero ahora, después de todo este tiempo decide regresar a Sonora donde tiene familia y amigos.

Fue operado hace dos meses de una rodilla y de una hernia, por lo que el hombre de 67 años ya no puede moverse con la misma facilidad de antes.

«A mí me acaban de intervenir quirúrgicamente hace dos meses. Con este fenómeno de la naturaleza tan impactante, me pegó muy duro porque me vi muy vulnerable. No tengo la habilidad para defenderme, ya no puedo correr como antes, yo vivo en un cuarto piso», señala.

El médico teme por su vida, no puede conciliar el sueño y la alerta sísmica del pasado sábado 23 de septiembre lo hizo correr, por lo que se lastimó las heridas.

«Ahora que sonó la alerta sísmica el 23, me lastimé. Estaba dormido y brinqué de la cama. Me di una lastimada de las operaciones. Y es que después de haber conocido los daños del sismo del 19 de septiembre, dije: ahora si se me va a caer esto encima», recuerda.

Aunque Clemente nació en el municipio de Empalme, es en la capital sonorense donde instalará un consultorio de medicina alternativa.

«Regreso a Hermosillo, ahí tengo una casa. Tengo muchos amigos, compañeros, familia. Pienso abrir un consultorio ahí. Regreso a mi tierra para estar más tranquilo, en paz. Si, hace mucho calor, pero el calor se puede mitigar, los sismos no», dice.

Por otro lado, Alma Roldán vive con su hija y sus dos nietos en Cuautla, Morelos. Desde el 19 de septiembre vive con estrés, pánico y temor de la tierra vuelva a temblar de nuevo.

Desde hace 15 años llegó de Ciudad Obregón y se instaló en este estado, uno de los epicentros del sismo que dejó más de 150 mil casas dañadas en el país.

Ella y su hija Polette tomaron la decisión de regresar Sonora, por lo que su familia y su hijo, que vive en Hermosillo, las están apoyando.

«Es una situación de estrés, de pánico que estamos viviendo. Mi nieto se asusta si siente que tiembla. Vivo con mi hija y dos nietos. Soy la única que queda aquí en Morelos, toda mi familia está allá (en Sonora) y con el temblor nos dimos cuenta que tan vulnerables somos, aquí estamos solas», detalla.

La mujer de 52 años, su hija y sus nietos dejarán todo para comenzar otra vez, en un lugar que consideran más seguro, donde los temblores no forman parte del imaginario colectivo.

«Vamos a reorganizar toda una vida. Dejamos todo. Pero lo importante es que estaremos más cerca de la familia», agrega.

De Sonora, son 35 las familias que se han acercado a la representación del Gobierno estatal, el cual puso a disposición un camión para transportar sus pertenencias a la capital sonorense.

«Se le está dando apoyo a todas las familias sonorenses que estén en posición de dejar la ciudad y quieran enviar sus pertenencias a Hermosillo. Es un camión que llevará la mudanza de manera gratuita. Ya sea que sus casas resultaron dañadas o simplemente ya quieren regresar», explicó Rodrigo Mena Zuzuarregüi, encargado de la oficina en la Ciudad de México.

Otro de los estados que proporcionaron apoyo a sus coterráneos tras el temblor del 19 de septiembre fue el de Baja California. Siete personas buscaron regresar a la frontera, Tijuana.

El gobierno de Nuevo León también ofreció ayuda sus ciudadanos que viven en la Ciudad de México; sin embargo, nadie la solicitó. Únicamente tomaron el viaje gratuito en avión por un fin de semana, pero regresaron a sus actividades en la capital mexicana.

En los estados del norte los temblores son poco comunes, o si suceden son de una magnitud tan baja que son imperceptibles.

Sin embargo, es en las entidades del sur del país en donde hay más movimiento telúrico y alta sismicidad, por lo que, al consultar a las oficinas de representación de diferentes estados, confirmaron que nadie les ha solicitado apoyo para regresar a sus entidades de origen.

La muerte de más de 300 personas, el colapso de 40 edificios en la ciudad y los daños en más de 3 mil edificios ocasionaron un éxodo de ´norteños´ que vivían en la capital mexicana, principalmente de Sonora.