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Un ritual de vida y muerte, donde comunidades indígenas recuerdan a sus muertos, se disfrazan y danzan para sus difuntos, esto es el Xantolo, celebración del Día de Muertos en la región de la sierra y huasteca hidalguense.

Para esta celebración, las familias y comunidades de la región se alistan con meses de anticipación, incluso, señaló Sergio Sánchez Vázquez, profesor investigador del área de Historia y Antropología de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), “desde que termina un Día de Muertos comienza la preparación para el siguiente”.

Cuantificar cuánto puede gastar una familia en un altar es algo muy complejo, porque hay quienes gastan desde los cientos hasta los miles de pesos; hay quienes desde mayo compran el ganado que se habrá de consumir en la fecha y eso conlleva un proceso de engorda y cuidados de los animales; está el gasto en veladoras, en fruta, en papel picado, pan, incienso, alimentos”, precisó.

Según estimaciones del secretario de Turismo del Gobierno del Estado, Eduardo Javier Baños Gómez, el gasto puede ir “de mínimo” de los 5 mil a los 10 mil pesos “en una ofrenda, pero están además los disfraces, donde alguien puede invertir hasta 15 mil, 20 mil pesos”.

Durante la celebración, por las calles de la Huasteca desfilan comparsas “en muchos casos de hombres disfrazados de mujeres y a la inversa, de mujeres, disfrazados de hombres; de jóvenes disfrazados de ancianos” en un afán lúdico de jugar a engañar a la muerte “para que no les toque”, señaló el funcionario.

También, explicó el investigador de la UAEH, hay personajes claramente distinguibles como “los Huehues o Coles que son los viejos y que representan un vínculo de la comunidad entre vivos y muertos”.

El Xantolo, acotó Sánchez Vázquez, tiene además un doble significado, pues por un lado refrenda la identidad del grupo y por otro forma parte del ciclo de los procesos agrícolas.

Es la fiesta en que se cierra el ciclo agrícola y este ciclo se cierra con la celebración donde vivos comparten con todos, tanto con vivos, como con muertos los productos que se lograron; el Xantolo es la fiesta de los muertos, aunque en realidad participan los vivos”, dijo.

El secretario de Turismo del estado puntualizó que con el Xantolo “honramos a nuestros muertos con la fiesta más viva, pues en esta celebración llegas a cualquier casa y puedes entrar a degustar y ver la ofrenda, porque es un honor para quienes participaron de esta poderla compartir”.

El 29 de octubre de 2015, el congreso de Hidalgo declaró El Xantolo como patrimonio cultural inmaterial de la entidad hidalguense.