El 2017 fue un año crítico para los productores de coco del sur de Veracruz, el amarillamiento letal devastó un 90 por ciento de la producción, situación que no ha podido ser remediada a pesar de los estudios que han realizado especialistas en la materia.
Jesús Eliseo Flores Gómez, secretario del sistema de producto de coco en el estado, refirió que esta situación ha ocasionado que mucha gente ya no quiera sembrar la planta, al ver que la plaga acaba con la cosecha que en ocasiones rinde frutos hasta los tres años.
“Termina con la planta y si a una planta le entra el amarillamiento, acaba con las cinco o 10 que están a su alrededor, había plantación en toda la orilla de la playa desde Coatzacoalcos hasta Agua Dulce, debió haber unas dos mil 500 o tres mil hectáreas desafortunadamente yo creo que unas 500 u 800 hectáreas quedaron, más del 90 por ciento”, puntualizó.
Los productores han optado por traer desde el estado del Colima, una nueva especie de coco, se trata de la Palma Alto Pacifico Ecotipo II, que es resistente en un 98 por ciento al amarillamiento letal, Flore Gómez, reveló que cuando se cuente con una plantación en viveros de esta especie, podrá llevarse a las zonas donde el coco fue devastado.
“El amarillamiento letal es una chicharrita que se pone en el cocuyo de la planta y ahí hace sus necesidades y es como un gusanito como el de la mosca, entonces empieza a alimentarse del corazón de la planta y cuando todo esto pasa, la planta esta amarilla y llega a su muerte”, detalló.
Hasta el momento la solución que resultados más positivos ha generado en el sureste de México contra la plaga, es la siembra de la Palma Alto Pacifico Ecotipo II, pero existe otra alternativa la que están realizando en el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), sin embargo los resultados para los especialistas en materia de biología molecular de las plantas, biotecnología, material y recursos naturales, así como análisis del medio ambiente del sureste ha sido infructuoso.