El domingo 29 de abril de 2018 dieron inicio las campañas electorales para la elección de Gobernador del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave. Una mujer y tres hombres buscarán convencer a los veracruzanos para que les otorguen su voto el próximo 1 de julio. Conforme al Código de la materia 60 días durará este periodo. Lo deseable es que durante este tiempo, los candidatos aprovechen para poner sobre la mesa sus mejores propuestas de trabajo. Esperamos que este periodo sea propositivo y se presenten LOS QUÉ, LOS CÓMO y de “DONDE” respecto del modelo de gobierno y las políticas públicas que pretenden llevar a cabo.
El Estado de Veracruz, a pesar de los logros alcanzados, sigue teniendo una gran deuda social. No obstante que somos una entidad muy rica en recursos naturales, sigue habiendo mucha pobreza y miseria; los efectos de malas administraciones pasadas, corrupciones e impunidad siguen teniendo impacto en programas sociales tanto federales como locales y en los índices de bienestar social de los veracruzanos. Los malos manejos que se hicieron de los recursos públicos siguen afectando a la población. El tejido social está descompuesto y se requiere de la participación de todos para reconstruirlo, por eso en este proceso electoral todos debemos participar. No basta un buen gobernante, se necesita que todos contribuyamos.
Es impostergable que los candidatos atiendan a las familias veracruzanas. El Estado debe cuidar las instituciones familiares que lo han precedido; en la familia tiene el Estado un aliado fundamental para reconstruir el tejido social. Esperamos que las agendas políticas blinden la vida humana en todo el arco de su existencia. La vida humana, las instituciones familiares y la educación son temas fundamentales que no deben estar ausentes del quehacer y del discurso político.
Son cuatro las acciones que se deben poner en práctica para la participación de la ciudadanía en este proceso electoral, a saber: CONOCER, DISCERNIR, VOTAR Y DAR SEGUIMIENTO.
Así, el primer paso importante es CONOCER, tanto las propuestas como la persona de los candidatos, saber sus nombres, qué experiencia tienen en el servicio público, si tienen un perfil competente o son improvisados; si tienen cualidades propias y méritos o simplemente navegan con la fuerza de otros. Es fundamental conocer su historial, su contribución al bien de los demás y sus compromisos con la justicia, el bien común, la verdad y la bondad. No es tiempo para improvisar o experimentar. Todos queremos que nuestro Estado esté mejor y por eso habrá que escoger a quienes consideremos estén bien preparados y sean las mejores personas.
En base a este conocimiento, vendrá un segundo momento que debe ir acompañado del silencio y la sabiduría interior para DISCERNIR escuchando la voz de nuestra conciencia. “Como ciudadanos buscaremos que sea el bien de todos el que ilumine y motive el sentido de nuestro voto… Habremos de discernir cuál opción puede conducirnos a tener acceso a la paz, la seguridad, a la confianza y la justicia, al respeto de los derechos humanos y a la solidaridad real con los pobres y excluidos” (cfr. Mensaje de los Obispos de Veracruz, Participemos en el Proceso Electoral 2018, n. 4). Habrá que buscar siempre el bien posible. Seremos responsables del sentido de nuestro voto, por eso es necesario DISCERNIR. No se puede votar simplemente en forma reactiva, todos debemos votar en forma reflexiva.
Una tercera acción de cara a este proceso electoral, se llevará a cabo el día 1 de julio de 2018. Todos los que tenemos la calidad de ciudadanos y contamos la credencial de elector vigente debemos salir a VOTAR. Recordemos que el voto debe ser libre, secreto, responsable e informado. Necesitamos cuidar el valor de nuestro voto para que no se convierta en una mercancía para la corrupción. Es fundamental discernir teniendo en cuenta el bien común para no dejarse impresionar por discursos encantadores, contradictorios y falaces. El elector tiene derecho a decidir qué candidato lo representa en sus valores y en sus principios.
Por último, el día de la jornada electoral no concluye nuestra responsabilidad política, se necesita observar y dar seguimiento al trabajo y desempeño de los “servidores públicos” legítimamente reconocidos por las instituciones que a través de los años y con mucho esfuerzo se han construido en nuestro país. Se necesita participar en forma civil y organizada para exigir después el cumplimiento de las promesas de campaña. Esa es la parte que nos toca, ese es un paso hacia una nueva cultura de participación de la sociedad civil.
Una acción complementaria que los Obispos de México están impulsando en todo el territorio nacional, es la de ORAR por el desarrollo del proceso electoral. Necesitamos orar individualmente, en familia o en comunidad para que estos comicios se realicen en paz y en armonía, y sea al mismo tiempo, “una gran ocasión para que desde la fe todos podamos mostrar nuestro compromiso con nuestro país que vive sufriendo continuamente”.

Pbro. José Manuel Suazo Reyes