Pese a los descarrilamientos de trenes que se han suscitado recientemente, el flujo de migrantes no se ha detenido. De acuerdo al grupo de ayuda humanitaria Las Patronas, en el municipio de Amatlán de los Reyes, por cada tren hay mínimo 100 personas a bordo del mismo.
Pero además, con los recientes descarrilamientos que se han suscitado como el ocurrido hace dos semanas en la ciudad de Orizaba, esto no inhibe el flujo migratorio de la gente que va hacia el norte del país y en busca de cruzar a Estados Unidos, pues incluso caminando llegan hombres, mujeres y niños centroamericanos, dijo Norma Romero, coordinadora de Las Patronas, quienes continúan con su labor de dar de comer a los migrantes que van a bordo del tren, y en algunos casos brindan hospedaje incluso a familias completas que llegan en busca de un lugar donde pernoctar en su camino hacia el norte del país y con la intención de cruzar a Estados Unidos.
Hasta las 11 ó 12 de la noche, están pasando los trenes, y ellas reciben la información de los grupos de ayuda que se encuentran en Tierra Blanca y los esperan con la comida, aunque en momentos sienten temor por estar esperando allí en las vías a que pasen.