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La Razón

Elisa Carrillo, la primera bailarina de la Ópera de Berlín, se ha convertido en la segunda mexicana en ser reconocida en la nación que es el máximo referente de la danza clásica, Rusia. El primero fue Isaac Hernández, y ahora ella hace historia al ganar el premio Alma de la Danza 2019, que distingue a lo más destacado del mundo del ballet. Es la primera connacional en ganarlo y una de las pocas extranjeras a las que el Ministerio de Cultura de la Federación Rusa y la revista Ballet honrarán el próximo 30 de abril en el Teatro Musical Académico de Moscú.

Por esta razón afirma, en entrevista telefónica con La Razón, desde Berlín, sentirse honrada ya que “cualquier logro en el extranjero es una buena manera de transmitir lo que podemos hacer los mexicanos y de lo que somos capaces”.

Eres la primera mexicana en ser distinguida con este galardón, ¿cómo te sientes al respecto? Me siento muy honrada, es una gran alegría saber que mi trabajo va a ser reconocido. Sobre todo, que venga de un país como Rusia, que es una nación con tanta tradición en la danza clásica, con una historia maravillosa, con grandes artistas, estoy muy agradecida que por parte del Ministerio de Cultura de la Federación de Rusia y la revista Ballet se haga este reconocimiento. Es un gran orgullo saber que nuestro país estará representado en este premio.

¿Es un aliciente para continuar tu labor enfocada a que el mundo vea la danza que se hace en México? Claro que sí, creo que cualquier labor, cualquier logro de algún mexicano en el extranjero es importante para que el mundo vea lo que está haciendo esa persona y el país que representa. Creo que es muy importante que la gente vea eso porque es una buena manera de transmitir lo que podemos hacer los mexicanos y de lo que somos capaces.

¿En qué momento de tu carrera consideras que estás? Creo que estoy en la parte más bella de mi carrera, cada momento ha sido bello, pero creo que ahora estoy en un nivel donde conozco perfectamente lo que siento, qué es lo que deseo, tengo la madurez de ser madre, de ver la vida de otra manera, de disfrutar cada instante que estoy en el escenario, estoy en una etapa de madurez como bailarina. Me encanta esa parte de ofrecer cosas, de compartir y de poder apoyar a las nuevas generaciones.

Hablas de deseos, ¿cuáles son los deseos de una bailarina como tú? Que la danza en mi país sea muy reconocida, que haya apoyo, que se logren proyectos nuevos y bellos para la cultura, porque es importante llevar cosas que la gente nunca ha visto. Que los artistas mexicanos que estén en el país bailando tengan mejores oportunidades de vida, de trabajo, es importante darles un espacio, un lugar, el respeto que se merecen. Pero también, deseo que mi país tenga un lugar importante en el mundo de la danza y de la cultura. ¿Qué más deseo? Que no haya violencia, que todo lo bello que tenemos como país brille, que todas esas cosas difíciles y negativas puedan terminar.

Este año es la segunda edición de Danzatlán, ¿qué tienes preparado? Ahora estamos buscando apoyo de patrocinadores porque todavía estamos viendo la manera de conseguir todo lo que necesitamos. Ha habido acercamientos pero aún no tenemos apoyo concreto de instituciones, a parte del Estado de México que siempre contamos con su apoyo.

¿Cuál es la meta de este año para el festival? Como el año pasado igual, que sea una plataforma de difusión tanto para artistas mexicanos como de otras partes del mundo. Que la gente encuentre gusto por la danza, queremos acercarnos a todos los jóvenes y niños, que sueñen con la danza, que sus padres tengan la manera de acercarse, de ofrecerles todos estos espectáculos tan maravillosos. Nuestro plan es llevar a compañías internacionales, utilizar todo el talento que pueden aportar las compañías mexicanas y hacer de esto una fiesta de la danza.

En este nuevo gobierno se ha hablado de la “cultura para todos”. En el ámbito de la danza, ¿qué te gustaría que sucediera? Quisiera que la danza pueda llegar a cualquier lugar, hacer eventos que puedan tener alcance a esas personas que nunca han tenido oportunidad de disfrutar de este tipo de espectáculos. Tengo mucho deseo que se siga apoyando a la cultura, que haya un gran esfuerzo para lograr eso porque es un arma que podemos tener como país.

Dado que tu labor como promotora de la danza va ligada a esto, ¿has hablado con Alejandra Frausto? Tuve un acercamiento con ella, oportunidad de platicar, fue un buen recibimiento. Estamos viendo la manera en que se pueda colaborar en algo. Ella sabe lo que he hecho, realmente deseo y espero que tengamos apoyo para hacer cosas con la fundación porque creo que lo importante es unir fuerzas. Por mi parte, y por parte de la fundación, ella sabe que estamos dispuestos a apoyar en lo que se pueda. Hay que ver ahora por parte de la Secretaría, de qué manera van a poder apoyarnos. Ahorita no hay nada conciso, claro, pero sí hubo un primer encuentro y tengo mucha esperanza de
que vamos a lograr cosas.

  • El Dato: Este año la bailarina tendrá la oportunidad de trabajar por primera vez con el coreógrafo Richard Siegal, quien es fundador de The Bakery.