En la investigación, que abarcó de 1994 a 2007, los especialistas reportaron que esos cuerpos de agua capturaron 34 gigatoneladas de CO2 antropogénico emitido en ese periodo. En el estudio participaron expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quienes precisan en un comunicado que no todo el dióxido de carbono generado por combustibles fósiles se queda en la atmósfera y contribuye al calentamiento global.
Son los océanos y los ecosistemas terrestres, agregan, los que capturan cantidades considerables de esas emisiones de la atmósfera.
Fiz Fernández, especialista del Instituto de Investigaciones Marinas, de Vigo, y participante en el estudio, comentó que los océanos “funcionan como un gran sumidero de CO2”. Comentó que el porcentaje de CO2 capturado por los océanos ha sido estable en comparación con los 200 años precedentes, pero la cantidad total ha aumentado sustancialmente.
Moderando el ritmo del calentamiento global, el sumidero oceánico “proporciona un importante servicio para la humanidad”, pero tiene su contrapartida: el CO2 disuelto en el océano acidifica el agua, lo que tiene graves consecuencias para muchos organismos marinos.
Los resultados del estudio se basan en un estudio global de ese contaminante y otras propiedades químicas y físicas en los diversos océanos, medidas desde la superficie hasta las profundidades de hasta seis kilómetros.