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Notimex

El domingo 7 de abril se aplicará el horario de verano en la República Mexicana, excepto en los estados de Sonora, Quintana Roo y Baja California, en donde no se utiliza este cambio.

El horario de verano traerá más luz natural en los meses más cálidos, pero también puede afectar nuestra salud y bienestar.

Actualmente se analiza la eficacia de su práctica debido al cambio del tiempo en el mundo, ya que realmente el ahorro es mínimo en el uso de combustibles y energía eléctrica, informó Aldo Colorado Carvajal, catedrático de la Universidad Veracruzana.

El efecto del cambio de horario es similar a la sensación jet lag, que ocurre cuando viajamos a una zona horaria diferente. Si bien los efectos biológicos son durante dos días y máximo una semana por el cambio de horario, el económico ha sido superado por el cambio de focos ahorradores, lo que incluso se complica, ya que por el cambio climático el uso de ventiladores y aparatos de aire acondicionado se ha incrementado en los hogares.

El catedrático Aldo Colorado Carvajal enfatizó que en México el cambio de horarios se dio primero en las fronteras y después por la firma del Tratado de Libre Comercio, pero bien vale la pena iniciar un estudio a fondo y serio de la pertinencia o no de continuar con los cambios de horario en invierno y verano.

Existe una conexión directa entre el horario de verano y nuestro bienestar. De acuerdo con un estudio, los investigadores descubrieron que la satisfacción se deteriora después de la transición del horario, el cual afecta más a las personas que tienen un empleo de tiempo completo. Por otro lado, el cambio está más relacionado con el incremento de suicidios, entre otros factores de salud.

El 27 de octubre es la fecha cuando se deberá atrasar el reloj sesenta minutos y así entrará el horario invernal o como reza la tradición se retoma el llamado “tiempo de Dios”.