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La Jornada

Para conmemorar el centenario del asesinato del general Emiliano Zapata (1879-1919), la mañana de este domingo en el Zócalo capitalino se realizaron una serie de lecturas públicas del Plan de Ayala, documento que sintetiza el sentido de la revolución campesina del sur, encabezada por Zapata.

Organizadas por la recién creada Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México, nueva dependencia del Gobierno federal, los asistentes a las lecturas recibieron una edición facsimilar del Plan de Ayala, coeditado por la Secretaría de Cultura federal, el Fondo de Cultura Económica y el Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revoluciones de México.

El ejemplar incluye, además del texto zapatista, dos textos introductorios escritos por los historiadores Felipe Ávila y John Womack Jr.; así como una guía pedagógica escolar, preparada por Rubén Amador Zamora, para una mejor comprensión del documento en las escuelas.

El Plan de Ayala fue una proclamación política redactada por Zapata y el maestro Otilio Montaño en el que establecían una serie de reivindicaciones sociales. Fue firmado el 25 de noviembre de 1918 y hecho público tres días después. El plan estaba centrado en la devolución de la propiedad de la tierra a los campesinos.

El triunfo revolucionario llevó a la presidencia a Francisco I. Madero. Sin embargo, sus antiguos aliados se sintieron defraudados por la timidez de sus reformas políticas y sociales. Ese fue el caso de Zapata, quien acusó a Madero de traicionar las causas campesinas al llegar a la presidencia y no restituir la propiedad de las tierras a los campesinos.

Zapata publicó entonces el Plan de Ayala, mediante el cual desconoce a Madero como Presidente, y establece un plan de reforma agraria para devolver las tierras que hacendados y terratenientes habían quitado a los campesinos desde la época del Virreinato. Su lema fue: «Reforma, Libertad, Justicia y Ley».

La primera de las tres lecturas se realizó pasadas las 11 de la mañana, teniendo como lectora a Gabriela Pulido Llano, directora general la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México. Posteriormente a las 12 y las 13 horas se llevaron a cabo dos más.

Dichas lecturas fueron las primeras actividades de dicha Coordinación, que integra a unos 50 especialistas entre historiadores, antropólogos, abogados, editores, y diseñadores, y que tiene entre sus propósitos “digitalizar, promover y conservar el patrimonio histórico documental del país, así como recuperar la documentación o testimonios que la gente tiene en sus casas”.

Creada en noviembre pasado por la Presidencia de la República, teniendo como titular al maestro Guillermo Villegas Megías, la Coordinación Nacional de Memoria Histórica, actualmente se encuentra articulando “un gran repositorio digital de la memoria histórica y cultural del país”