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La Jornada / Gustavo Castillo y Emir Olivares

El ex gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre, afirmó que “no había motivo para hacerle daño a los jóvenes de Ayotzinapa”, y que durante su administración tuvo una relación “muy cordial” con los integrantes de esa escuela rural.

Tras comparecer más de 5 horas ante el Ministerio Público federal aseguró que le realizaron alrededor de 70 preguntas en las que se le cuestionó sus acciones de combate a los grupos delictivos que operan en esa entidad, las actividades que realizó respecto de lo ocurrido con 43 estudiantes que hoy se encuentran desaparecidos y dijo que exigió al gobierno obtenga y proporcione copias de las actas de las minutas que elaboró el Grupo de Coordinación Guerrero, en las cuales constan acciones que se llevaron a cabo antes de que sucediera la agresión de policías municipales e integrantes de Guerreros Unidos el 26 de septiembre de 2014.

“No entendemos por qué la negativa del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), de por qué no entregaron los documentos que elaboró el Grupo de Coordinación Guerrero, para que se conocieran las acciones que emprendimos antes de que ocurrieran los lamentables hechos”.

Así mismo el mandatario guerrerense indicó que fue cuestionado respecto de las versiones que señalaban que sostenía una relación sentimental con la esposa del expresidente municipal de Iguala, María de los Ángeles Pineda Villa, y también se le preguntó si había sido uno de los impulsores del proyecto político de esa pareja.

Aguirre respondió: “me deslindo de cualquier relación con el alcalde y su esposa. Quiero aprovechar para señalar que yo nunca impulsé el proyecto de los Abarca”, y aseguró que durante su declaración dejo en claro quienes apoyaron que José Luis Abarca llegará a ser presidente municipal de Iguala.

De la misma manera dijo haber desmentido que se haya reunido con José Luis Abarca y María de los Ángeles Pineda Villa después del 26 de septiembre de 2014, cuando los 43 normalistas fueron privados de su libertad y posteriormente desaparecidos y presuntamente incinerados en el basurero de Iguala.